Más allá de arreglos, disculpas o rectificaciones, la delictual ofensa a la periodista de Globovisión, Estenif Olivarez, del atropello a la profesión comunicacional y a televidentes, el daño causado por el candidato oficialista a diputado Fidel Madroñero, debe ser penado. El calificó de prostituta en transmisión desde Maracaibo de la programación en homenaje a la soberana Virgen de Chiquinquirá, Patrona de zulianos.
Lo hizo en respuesta al ignominioso caso que mundialmente mantiene la mira en Flores, apelativo de sobrinos de la primera dama de la República, Cilia Flores, apresados en EEUU por intento de introducir casi una tonelada de cocaína. Y por homología en el Palacio Presidencial (Miraflores).
“Es como que yo mañana dijera que tú eres prostituta, por ejemplo. ¿Cómo yo voy a decir eso si no tengo pruebas?” –fue la arrogante contestación de superprotegido vocero.
Con su paciencia de moderadora, le acotó la periodista:
“Aparte de que me está irrespetando en mi entrevista, no me puede decir eso”.
“No. no. no. Solamente te pongo un ejemplo. Es como si yo dijera aquí – señalando en cámara a la entrevistadora – ella es una mujer de la vida alegre, o algo así y lo digo así alegremente y no presento pruebas. ¿Tú te vas a pronunciar oficialmente?”, le preguntó retóricamente.
A la jurisprudencia del narcorrégimen pasó la sentencia del 30 de noviembre de 2011 del Tribunal 15 de Juicio de Caracas, a cargo Dinorah Yosmar González (DYG). Su fallo exoneró de responsabilidad penal al conductor de La Hojilla, Mario Silva (MS) por delitos de difamación e injuria en perjuicio de Miguel Henrique Otero (MHO) y de su madre la insigne luchadora democrática, destacada figura de la histórica Generación del 28, presidenta vitalicia del Ateneo de Caracas, María Teresa Castillo. Para la fecha del agravio tenía 102 años.
En su emblemático programa La Hojilla, del cual se hizo asiduo participante el idolatrado comandante, su camarada MS llamó hijo de puta a MHO, hoy un perseguido político de la justicia revolucionaria por demanda del teniente (r) autoascendido a capitán Diosdado Cabello.
“La expresión hijo de puta no es difamatoria ni injuriante, sino que corresponde al ejercicio de la libertad de expresión” –dictaminó DYG.
En su histórica sentencia la prenombrada jueza reforzó su “beneficio” al relevante vocero oficialista.
A la querella interpuesta por MHO se había acumulado otra ejercida por el ex gobernador de Aragua Carlos Tablante, a quien MS había vinculado al narcotráfico través de las emisiones del deplorable programa del canal de televisión oficial La Hojilla del 8 de noviembre 2010 y el 4 de abril 2011. Dicha jueza consideró que MS se había hecho eco de una opinión ajena emitida.
Seña de identidad del régimen es, además del abuso del Poder, el uso de la vulgaridad y los insultos. Cuando todavía cuidaban a sus hijos, los milicianos del régimen les impedían sintonizar las cadenas de radio y televisión del Comandante. Por lo menos evitaban explicarle el anuncio de “esta noche te voy a dar lo tuyo”; el relato del “apretón intestinal”. El asignó el término vergatario al celular aquí producido.
Fiel es su legatario Nicolás Maduro. Por ejemplo, en la Cumbre de las Américas del pasado mes de abril en Panamá, dijo en su discurso dijo que la relación de nuestro país con EEUU, se “encabrona”.
Con las consabidas disculpas a los amables lectores, citamos la confesión de la Fiscal Luisa Ortega:
“Antes, las mujeres tenían que entregar parte de su cuerpo para obtener un cupo en la universidad”.
De allí que la ofensa del Madroñero sea una expresión de la hegemonía del narcotráfico.
Al margen: Los postulados a diputados deben jurar que de ser electos no se lanzarán en las venideras elecciones para Alcaldías y Gobernaciones. Y si lo hacen que renuncien a la diputación.