Caracas puso el pitcheo de alta calidad y ganó merecidamente con cinco tiradores amarrando a Cardenales en cuatro hits. La recta fuerte de Rubén Alaniz, agregada a su buen cambio, llegaron con mucho control, a tal punto que solo un corredor guaro se paró en tercera. Los relevistas visitantes no estuvieron menos impresionantes. Desde el cuarto no recibieron imparable y solo entregaron un par de boletos. Era, el definitiva, una noche de merecimientos para los melenudos, deteniendo por completo a la ofensiva más explosiva del torneo.
El juego presentó un cerrado duelo sin anotaciones, con Raúl Rivero complicado pero airoso, a diferencia de Alaniz, quien tragaba innings sin mayores problemas. En los tres primeros tramos el tirador local supo apretar cuando era necesario, logrando dejar varados en las bases a siete oponentes. Desde el último out del cuarto, Rivero lanzó su mejor pelota y retiró diez en fila antes de que en cuenta desfavorable para el tirador, 0 y 2, Yorvit Torrealba le pescara una recta y la sacara en línea por la izquierda. Jesús Aguilar también volaría la cerca en el octavo para darle un respiro más al elenco caraquista.
Derrota sin excusas ante un club que todo lo hizo mejor. Fue, en resumen, una noche de merecimientos para los Leones, atribulados por las noticias que refieren las inminentes ausencias de estelares como Félix Pérez, Jesús Aguilar y Henry Urrutia, aparte de que ya no cuentan con Dixon Machado. En medio del revés, Cardenales vivió el arribo de Paulo Orlando, posiblemente el refuerzo de mayor jerarquía que hay en el campeonato.
Mucha gente en el parque para confirmar a Barquisimeto como la plaza más rentable del actual torneo. Le viene bien el receso de hoy a Lara, antes de enfrentar en tres de cuatro fechas al Magallanes, mañana en casa con César Jiménez en el montículo.