Conexión o comunicación. Hablar de una sociedad individualista, parece – y lo es- una terrible paradoja y contradicción. La sociedad es por naturaleza lo que no es individual. Estamos refiriéndonos a sociedades fragmentadas, donde le protagonismo dejó de tenerlo el colectivo, que es sustituido por los egoístas interese individuales. La idea moderna del hombre a quien desde niño se le enseño el valor de la familia, la escuela, las amistades, el trabajo, hoy todo parece girar solo en sus interés particulares, lo social es alternativo, nos relacionamos a nuestro gusto y conveniencia, y con igual facilidad nos volvemos a individualizar. Estamos conectados pero muy poco comunicados:
“relaciones de bolsillo”, que “se pueden sacar en caso de necesidad”, pero que también pueden volver a sepultarse en las profundidades del bolsillo cuando ya no son necesarias la gente habla cada vez más (ayudada e inducida por consejeros expertos) de conexiones, de “conectarse” y “estar conectado”. En vez de hablar de parejas, prefieren hablar de “redes”. ¿Qué ventaja conlleva hablar de “conexiones” en vez de “relaciones”? A diferencia de las “relaciones”, el “parentesco”, la “pareja” e ideas semejantes que resaltan el compromiso mutuo y excluyen o soslayan a su opuesto, el descompromiso, la “red” representa una matriz que conecta y desconecta a la vez: Las conexiones son “relaciones virtuales”. (Zygmunt Bauman. Amor Líquido. 2005)
En las sociedades actuales el hombre “… es un enchufe portátil, moviéndose por todas partes, buscando desesperadamente tomacorrientes donde conectarse”. (ZygmuntBauman. Modernidad líquida. 2004).
“Redes sociales” se esparcen con la velocidad de una “infección en extremo virulenta” un instrumento de autoafirmación y rebelión juvenil (….) poner un pie en la “red” (un término que rápidamente va reemplazando al de “sociedad” tanto en el discurso científico-social como en el lenguaje popular) (Bauman, Zygmunt. Vida de consumo.2008)
En el contexto en donde predominan la construcción masiva y mercantilizada de redes de intercambio. Es necesario preguntarse ¿Estamos llegando al momento en que la comunicación humana es sustituida por redes de conexión tecnológicas? El diálogo entre las personas, entre personas racionales –esa dimensión constitutiva de la modernidad- está siendo gradualmente sustituido por el dialogo entre aparatos, entre dispositivos tecnológicos operando como mediadores comunicacionales de una comunicación que se despersonaliza. El diálogo dejó de ser dia-logos (dos logos, dos racionalidades…) para convertirse en una sinapsis virtual tecnologizada, en un clic virtual de instantaneidad ubicua, en una apropiación no-propietaria (luego, subordinada) de medios virtuales de relación, de estructuras argumentales y de significados que se imponen sobre los lenguajes pasados.
(http://paradygmassiglo21.wordpress.com/2010/07/08).
Estamos frente al más violento proceso de fetichizacion, la fetichizacion tecnológica. La tentación de lo instantáneo, la pasión por lo efímero, y la seducción por lo superficial. Al lento sedentarismo de los individuos hablantes, se sucede ahora el veloz nomadismo de los aparatos portátiles e interconectados.