Planteamientos – Duele la Universidad…

-

- Publicidad -

 

Desde el momento en que percibimos las medidas de paralización de clases, bajo el eufemismo de “no reanudación de actividades”, esgrimido por la dirigencia gremial universitaria, no vacilamos en advertir que detrás de las medidas de presión extrema, el factor político- electoral servía de excusa para promover la desolación en algunas casas de estudios superiores, incluyendo la nuestra.

- Publicidad -

En la contabilidad del tiempo perdido, es posible que inicialmente en el activo de la estrategia se justificase, con la anuencia y la participación del sector estudiantil, a conciencia y compartiendo algunos de los objetivos de la lucha, la medida en cuestión. Pero en el balance general de una universidad sin estudiantes, el saldo de dos (2) semestres perdidos, en comparación con la situación del 70% del resto de las instituciones universitarias que continuaron sus clases, es de angustia, de tristeza y dolor, a la luz de una contratación colectiva que se firmó meses atrás y cuyas cláusulas de incremento salarial, según lo acordado, están siendo honradas por el Gobierno.

¿Qué adujo la dirigencia gremial de las universidades que aún se mantienen sin clases, para justificar su acción? La expectativa de obligar al gobierno a rediscutir la escala salarial aprobada al no estar de acuerdo y, por lo tanto, no firmar. No obstante, con el paso del tiempo, sin el análisis apropiado del contexto, con una opinión pública indiferente o cuando menos cuestionando el hecho de “cobrar sin trabajar” y un sector estudiantil presionando por el reinicio de clases, la dirigencia gremial aparece a la deriva. Mientras la universidad sigue sin sus estudiantes.

Cuando se planteó la posibilidad del retorno a clases de los estudiantes, mediante un referéndum. Cuando todo indicaba que la consulta a la base profesoral era directa y clara, inquiriendo entre el sí y el no; inventaron unas preguntas, contradictorias entre sí, dejando ver la opacidad y el interés por mantener la institución de espaldas a una realidad incontrovertible: la situación económica del país.Valdría un test de los estudiantes a la dirigencia gremial con una sola pregunta: ¿Conviene a sus intereses político partidistas, como opositor al gobierno, el reinicio de clases?

Admitamos que en estas universidades hoy sin clases, sin estudiantes, cual cascarones vacíos, efectivamente hay diversidad de opiniones y conductas. Hay quienes estamos persuadidos de la conveniencia del retorno de los estudiantes. Hay quienes, siguen sosteniendo lo contrario. En ambos sectores, hay quienes continúan asistiendo a la universidad, realizando labores administrativas, revisando programas, elaborando proyectos de investigación (Hablo por el Programa de Licenciatura en Desarrollo Humano); pero, por desgracia, hay un sector mayoritario, entronizado en la institución, que durante todos estos meses desatendieron su deber, su compromiso, desaparecidos. Imagina uno, conociéndolos, que únicamente están pendientes de la universidad a través de la nómina.
No creo que sea con este tipo de docentes con quienes la universidad va enfrentar, en lo que sigue, una crisis más profunda de lo que se avizora. Ni con la miopía tradicional de la dirigencia universitaria. Duele la Universidad…, pero somos optimistas.

El próximo viernes 27, en horas de la mañana, convocados por la Fundación BURIA, en la Biblioteca del Iutjo, un grupo de universitarios estaremos conversando acerca del tema: Universidad, sector productivo y desarrollo humano sustentable.Están invitados.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -