Cardenales sigue impresionando con su potente artillería y despliegue de velocidad. A las dos marcas del Zulia en el primer inning, respondió sin retrasos con tres carreras, pequeño adelanto del ataque de 18 hits que determinó la paliza 10-2, ante su víctima predilecta de recientes encuentros.
Todos los abridores del club golpearon inatrapables, Jairo Pérez sonó cuatro y Carlos Rivero arribó a 29 fletes con los tres de ayer. En el segundo tres más abrieron el encuentro mientras el pitcheo no dio libertad alguna tras el tropiezo en la arrancada.
César Jiménez recibió cuatro imparables al apenas asomarse en la lomita, pero sacó un inning barato de dos anotaciones y luego sólo toleró un incogible en el resto de su trabajo de cuatro entradas. De allí en adelante los relevistas larenses pusieron la nota destacada. Las Águilas llenaron las bases en el sexto perdiendo por cuatro, pero el laborioso Tiago Da Silva sacó dos outs, uno de ellos en apelación en la inicial, después de que un quieto temporal le había proporcionado dos carreras al cuadro rapaz.
El trabajo del brasileño ha sido tan parejo y notable que muestra registro de seis y cero con esos desempeños en el medio de los partidos. El mánager Dorante movió su bullpen con la tranquilidad que proporcionaba una diferencia en que en el sexto era de diez anotaciones. Yoervis Medina y James Hoyt terminaron la tarea sin ningún tipo de inconvenientes. Los pájaros rojos viajaron anoche mismo a Miami en medio de un gran momento ofensivo y de gran cohesión general.
Mañana vivirán una importante experiencia en la llamada Serie de las Ámericas cuando enfrenten en el Marlins Park a los Navegantes del Magallanes en un episodio histórico para el béisbol profesional venezolano. Néstor Molina tendrá el privilegio de subir al montículo en un escenario de Grandes Ligas.