Venezuela dijo el jueves a la Organización de Estados Americanos que desde hace una década ofrece mecanismos de financiamiento a través de Petrocaribe para disminuir los efectos de los precios internacionales en algunos países de la región y no por dividendos políticos.
El ministro venezolano de energía Eulogio del Pino agradeció la oportunidad de presentar ante la OEA las bondades de Petrocaribe para defenderlo de críticas a las que describió como «injustas» e «infames».
«Lo atacan diciendo que Venezuela regala recursos para a cambio lograr influencia política. Eso es una gran mentira. Podemos decir que no es un regalo, son mecanismos flexibles de financiamiento», dijo el funcionario refiriéndose a los 15.000 millones de dólares que Petrocaribe financia a largo plazo.
Durante su intervención de 40 minutos ante el Consejo Permanente, el ministro no se refirió a los documentos difundidos la víspera, según los cuales su predecesor en el cargo Rafael Ramírez y otros empleados de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) habría sido espiados por la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
Del Pino subrayó que los 19 países beneficiarios de Petrocaribe representan más de la mitad de la membresía de 34 miembros que conforman la OEA.
«Me siento aquí como en una reunión de socios de Petrocaribe expandida con observadores, que son el resto de estados miembros de la OEA», indicó junto al embajador venezolano ante la OEA Bernardo Alvarez, quien ejercerá hasta el 31 de diciembre la presidencia rotativa del Consejo Permanente.
Un total de 29 países votaron en marzo del 2014 a favor de una resolución propuesta por Venezuela y que llamaba a todos los sectores de la sociedad venezolana a respetar los derechos humanos durante las protestas callejeras que entonces sacudían a la nación sudamericana.
Solo Estados Unidos, Canadá y Panamá votaron en contra, por considerar que el texto era muy blando con el gobierno de Caracas.
Estados Unidos, que ha alertado sobre la dificultad que enfrentan los beneficiarios de Petrocaribe para diversificar sus fuentes energéticas para reducir sus costos y eliminar su dependencia con Caracas, reiteró el jueves que su gobierno tiene como prioridad la seguridad energética del Caribe.
Durante una intervención de 10 minutos en la que no mencionó por nombre a Venezuela ni a Petrocaribe, el embajador estadounidense ante la OEA Michael Fitzpatrick dijo que «lo hacemos juntos, como socios, sin metas ocultas».
El presidente Barack Obama abordó en abril con líderes caribeños en Jamaica maneras de reducir su dependencia del petróleo subsidiado venezolano.
«Nuestra principal fuente de energía como democracias no es el petróleo, ni el gas, el viento, el agua o los combustibles fósiles. Es el talento y la creatividad de nuestra gente impulsados por los principios democráticos y derechos humanos que la OEA defiende», agregó Fitzpatrick.
Estados Unidos, que este año sancionó a siete funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos, no intercambia embajadores con Venezuela desde 2010.