Representantes de las FARC retomaron el miércoles el diálogo de paz con el gobierno colombiano, pero advirtieron que las iniciativas unilaterales del oficialismo como el impulso de un plebiscito para refrendar los acuerdos atentan contra la marcha de las conversaciones.
«Palabra, diálogo, acuerdos, son tres términos que conducen a la paz estable y duradera», dijo el comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Iván Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango, minutos antes de entrar a la sesión con su contraparte oficial. «Pero monólogo, unilateralismo, empecinamiento intransigente, egoísmo político excluyente… ponen en peligro la estabilidad de lo que se ha venido construyendo».
La mesa había cesado su trabajo la semana pasada para un paréntesis programado en medio de tensiones luego de que el gobierno avanzara en un proceso para un referendo a un eventual acuerdo de paz con las FARC y sin llegar a un cierre de un convenio parcial sobre justicia que fue anunciado con bombos y platillos por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez, también conocido como Timochenko, en septiembre.
Al no lograrse ese acuerdo judicial -que contempla la creación de una jurisdicción espacial para juzgar los crímenes cometidos en el marco de la guerra interna- se retrasaría la firma del acuerdo final de paz previsto para seis meses después de que se selle ese convenio sobre justicia, sostuvo Márquez.
Agregó, sin embargo, que al calor de las conversaciones se habían obtenido algunos éxitos parciales importantes en los tres puntos ya negociados de una agenda de seis, un cese al fuego unilateral de las FARC y algunos gestos de reducción de la violencia.
Actualmente las partes discuten el punto de las víctimas y su resarcimiento.
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