La odisea que deben vivir los dueños de vehículos para adquirir las necesarias baterías, a precios regulados, antes que eliminarse, cada día es más seria, como lo comprueban quienes intentan adquirir uno de esos artículos en las distribuidoras de Barquisimeto.
Al menos eso es lo que que ocurre en la distribuidora de la Titán, en la avenida Divina Pastora, barrio Unión, donde este lunes la cantidad de unidades, con sus respectivos conductores, sobrepasaba los mil.
“Yo estoy aquí desde el jueves, durmiendo, comiendo, haciendo todo aquí, con la esperanza de que hoy me vendan la batería para mi carrito”, manifestó, cansada, Fiorella Rodríguez.
Considera injusto que obliguen a los dueños de los carros a llevar los mismos, aunque no prendan, y cumplir otros requisitos, y a permanecer en cola hasta cuatro días y noches para comprar un acumulador.
En la misma situación estaba Douglas Aldana, quien pertenece a una ruta de rapiditos de Humocaro, y estaba en el lugar desde el viernes.
Pidió un tratamiento diferente para los trabajadores del volante pues dependen de sus carros para devengar el manteniento de sus familias.
Julio Urbina también cumplía este lunes tres días en la cola, con el peligro que eso representa, por la zona donde se encuentra la distribuidora.
Su condición de ser de la tercera edad no vale a la hora de tratar de comprar una batería, lo que considera injusto.
Informó que, pese a que la policía hace recorridos por el sector donde se forma la larga cola, los delincuentes actúan, como habría ocurrido la madrugada de este lunes, cuando una pandilla despojó de celulares y otros artículos a varios de los presentes.
Martín Páez, luchador social, también se quejó de la forma como en esa distribuidora realizan las ventas.
Denunció que, aún cuando un cargamento llegó el pasado fin de semana, los acumuladores regulados amanecieron este lunes con un incremento en los precios, de 8 a 13 mil bolívares.
Instó a las autoridades del Sundde a realizar una inspección y determinar si es legal.
Igualmente, a los encargados de la distribuidora, a buscar alternativas para facilitar a los compradores el procedimiento pues no se justifica que una persona, incluyendo mujeres y ancianos, pasen hasta cuatro días y noches en una cola, peligrosa para lograr una batería.