La severa escasez de productos básicos que enfrenta Venezuela ha hecho que algunos artículos estén al borde de la extinción en los comercios. En un intento por preservarlos en la memoria colectiva el artista Juan Toro decidió retratarlos.
Imágenes de objetos como un paquete de papel higiénico, un jabón de tocador, una lata de atún, un paquete de arroz o una lata de leche en polvo, que para muchos venezolanos se han convertido casi en artículos de lujo, cobran protagonismo en la exposición «Desaparecidos» que se inaugura el domingo en una galería del este de la capital.
La muestra reúne 31 fotografías a color de algunos de los productos básicos que más escasean en el país.
Para mostrar el dramatismo del desabastecimiento Toro sobrexpuso las imágenes hasta dejar figuras casi transparentes sobre fondos blancos, que los venezolanos pueden reconocer fácilmente porque han convivido con sus marcas y empaques por décadas.
«Es irónico. Si tú hablas de desaparecidos en México, Argentina, Chile y Uruguay eso tiene un significado. Si tú hablas aquí de desaparecidos no tiene el mismo significado», dijo Toro sobre los productos «desaparecidos», la palabra con la que los venezolanos asocian actualmente la escasez de alimentos.
Desde hace unos ocho años Venezuela enfrenta un desabasto de productos. Según empresarios y analistas esto se debe a los severos controles de precio y cambio vigentes desde 2003 en el país. El gobierno sostiene es consecuencia de una «guerra económica» que promueven los empresarios para generar una desestabilización en el país.
La merma en la venta de divisas, que ha afectado al país desde 2012, ha agudizado los problemas de escasez en los últimos meses. Esa situación se ha hecho más evidente este año con las grandes concentraciones de personas que se forman a las puertas de los comercios y supermercados en todo el país.
A través de sus fotografías Toro ha registrado diversos rostros de la crisis venezolana, desde la desbordada delincuencia a la quiebra de centenares de empresas, la escasez de productos, el aumento de la depresión entre la gente y las migraciones masivas.
El artista, de 46 años, afirmó que con su obra busca registrar el momento que le ha tocado vivir para «construir una memoria».
«La memoria es lo único que puede en algún momento llevar a cambios … para que las cosas que creemos que no deben repetirse no se repitan».