Google quiere vender sus automóviles autónomos a todo el que lo desee, pero antes de conceder ese permiso, los reguladores de California quieren que el gigante tecnológico demuestre que son seguros esos autos del futuro que Google ha puesto a prueba en las calles y autopistas de todo Estados Unidos.
Google promovió un proyecto de ley en 2012 que hizo de California uno de los pocos estados en autorizar los automóviles sin conductor.
El Departamento de Vehículos Automotores de California debía escribir las reglas de conducción para el 1 de enero pasado. Casi un año después, todavía no lo ha hecho. La agencia se dedica a tomar pruebas de conducción y registrar vehículos y no a zanjar cuestiones complicadas planteadas por la tecnología.
Si los sensores y el poderío computacional pueden conducir mejor que los seres humanos, ¿necesitan un volante y pedales? ¿Hará falta que haya una persona dentro del vehículo? Google responde que no a ambas preguntas.
Los reguladores no quieren que los culpen por demorar la llegada de los autos robot que pueden ver más lejos, reaccionar más rápidamente y que además no corren excesivamente, textean ni se adormecen. Han insistido tanto a Google como a los fabricantes tradicionales que también desarrollan la tecnología a que les informe los datos sobre la seguridad de sus vehículos, pero las compañías competidoras no están dispuestas a revelar secretos.
Aunque todavía falta para que los vehículos autónomos estén disponibles a todo el público, Google insinuó en 2014 que deseaba venderlos abiertamente ya en 2016, probablemente empezando con empleados fuera de su pequeño cuerpo de expertos en la materia.
Recientemente el líder del proyecto, Chris Urmson, dijo que no quería que su hijo mayor necesitara una licencia para conducir cuando cumpla los 16 años dentro de tres años y medio.
El prototipo en forma de burbuja y con asiento para dos está limitado a los lugares que Google ha cartografiado en mucho mayor detalle que sus mapas en línea. No puede lidiar con la niebla ni la nieve. Su velocidad máxima es de 40 kilómetros (25 millas) por hora.
Los 72 autos de Google están entre los 98 vehículos de prueba de 10 compañías que el Departamento de Vehículos Automotores de California ha autorizado a experimentar públicamente.
Aunque conductores entrenados deben sentarse detrás del volante de sus coches autónomos, Google desea remover el volante y los pedales para el público en general. Sostiene que es más seguro.