El volcán Tungurahua, en el centro andino ecuatoriano, elevó su actividad eruptiva y despidió rocas incandescentes y columnas de ceniza y gases de hasta cuatro kilómetros de altura, informó el lunes el Instituto Geofísico.
En un informe especial, el organismo señaló que la actividad interna y superficial «se ha incrementado en el volcán Tungurahua… las columnas eruptivas han alcanzado hasta cuatro kilómetros, afectando con caídas de ceniza a poblaciones ubicadas hacia el occidente, noroccidente y suroccidente» como Choglontuz, Manzano y Quero.
Destacó que durante las noches ha sido posible observar rocas incandescentes y escuchar fuertes bramidos «que provocan vibración de ventanales en las zonas aledañas al volcán».
Añadió que la caída de ceniza ha provocado que los cultivos se pierdan completamente por el peso de la ceniza y que el ganado, principal fuente de ingreso de esa zona, se quede sin alimento.
El Tungurahua empezó su proceso eruptivo en 1999, tiene una altura de 5.023 metros y está ubicado unos 140 kilómetros al sur de Quito, muy cerca de la población de Baños, un sitio de atracción nacional e internacional para el turismo de aventura.
Ha tenido erupciones frecuentes, pero en 2006 generó una nube de gases ardientes que al bajar por sus laderas causó la muerte de cuatro personas y dejó dos desaparecidos.
Paralelamente al Tungurahua, se mantienen activos los cercanos volcanes Cotopaxi, Reventador y Guagua Pichincha, todos en la zona centro norte de los Andes ecuatorianos, y el último a tan sólo 12 kilómetros de Quito.