El estado Lara sufre serias deficiencias en materia de agua. Esta realidad es innegable. El racionamiento, programación del servicio y protestas semanales en diversos sectores de la entidad, lo comprueban.
“En el problema del agua de Lara está aflorando el descuido de décadas”, apuntó el ingeniero hidráulico Carlos Eduardo Triana, quien en 1977 se desempeñó como jefe del departamento de estudios y proyectos del Ministerio de Obras Públicas, cuando estaban en construcción los embalses Atarigua y Los Quediches. Le correspondió la inspección de esas obras.
En 1978 asistió a la inauguración de la represa Atarigua y Los Quediches durante una visita del presidente Carlos Andrés Pérez. También se destacó como director del Ministerio del Ambiente de la zona 3 (Lara-Yaracuy).
“Barquisimeto tiene un déficit de 1.400 litros de agua por segundo. El agua de Macuto quedó para el Parque Mundo de los Niños, a Yacambú le llegó la hora de probar su caudal, Dos Bocas debe asumirse con seriedad, la Matriz Norte y el Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor (SHYQ), son deudas pendientes y Carora, con una de las represas más importantes, no recibe el agua que merece”.
Añadió que esta realidad tiene su origen en las divisiones y discrepancias políticas.
“Así como quieren atribuirse ciertas obras se disputan otras o ningún ente asume la total responsabilidad. Resulta que el problema del agua es uno solo. Por esas separaciones no hay una respuesta concisa a los habitantes, quienes quieren que les resuelvan la escasez del líquido”.
El ingeniero señala que el mantenimiento tardío de los principales embalses, así como de su operatividad, reparaciones y otros problemas, devienen en racionamientos. A esto se le suma el crecimiento de la población. Sin mencionar que tender nuevas redes es un proceso complejo.
La represa Dos Cerritos surte de agua a Barquisimeto, Quíbor y El Tocuyo, lo que se denomina el Sistema Alto Tocuyo. Carora se abastecía de la represa Los Quediches otro acueducto regional.
“Carora tiene una segunda fuente, se trata del embalse más grande de Lara: Atarigua, el cual tiene 420 millones de metros cúbicos de capacidad. Carora consume apenas 8 millones de M3. Incluso, podría consumir 16 millones de M3 sin afectar a los múltiples usuarios del río: agricultores, ganaderos y productores”.
Atarigua
El ingeniero realizó recientemente una visita al embalse de Atarigua y observó que no goza del mantenimiento elemental, es decir, eliminarle la vegetación a la presa.
“El líquido sale del túnel aguas abajo, la salida del agua, de tres metros de diámetro, ha destruido todas las obras de protección. Esa destrucción ocurre por operaciones indebidas de la compuerta, por lo cual ha habido inundaciones en los balnearios cercanos”.
La aducción de Atarigua, desde la salida de la represa hasta Arenales, mide 32 kilómetros.
“En ese trayecto observé numerosas filtraciones, lo que debilita la posibilidad de que llegué agua en cantidad. Hay filtraciones en algunas ventosas, donde la tubería está enterrada; todo eso debe repararse”.
Por otra parte, indicó que la aducción de Los Quediches tiene 39 años y sufre los embates del tiempo.
En consecuencia, Carora demanda un ambicioso plan de reparación de sus aducciones, así como la protección de sus cuencas. Aunque en Los Quediches llueva, el agua se va por las múltiples filtraciones.
“Tiene que pensarse en el impacto ecológico, no puedo secar el río porque se me mueren los peces. También deben ser mejoradas las redes porque a nivel urbano hay muchas fugas. El déficit de Barquisimeto es de 1.400 litros por segundo”.
Aguas subterráneas
El especialista recordó que el agua más fiel reposa en las entrañas del estado Lara (Macuto, Titicare y Carabalí). Barquisimeto y todo Cabudare se surten de las aguas subterráneas.
Duaca se surte del Bosque Barro Negro. Siquisique y Aguada Grande de aguas subterráneas, igualmente, no se observan programas para la recarga de esos acuíferos.
El Ermitaño
Triana indicó que el embalse El Ermitaño en el municipio Torres sufre un proceso de desidia. Funcionó en su época inicial. Tiene agua pero no puede aprovecharse porque lleva sedimentos.
Se supone que por debajo de la presa deben expulsarse esos sedimentos, luego de la época de lluvia, a fin de purgar el embalse.
Se reparte escasez
Triana considera que no se plantearon expectativas de ampliación en el suministro de agua según el volumen disponible para suplir a sectores tan amplios como el norte de la ciudad.
“Ante el déficit de agua se reparte escasez. Unos días para el norte, otros para el este, otros para el oeste… se plantean horarios de racionamiento porque no el servicio de agua no se da abasto. No se pensó que el norte crecería tanto y mientras no haya nuevas fuentes, seguirá la programación del servicio”.
Inversión
El ingeniero José Briceño, gerente operativo metropolitano de Hidrolara, en entrevista telefónica con EL IMPULSO, mencionó que manejan un déficit de 1.200 litros por segundo en Barquisimeto. Señaló como una de las causas el crecimiento poblacional.
“Si se lograra hacer un buen trabajo de eliminación de pérdidas, de sustitución de redes, ese déficit bajaría a 800 litros por segundo, ya que habría una recuperación, sin embargo esta acción requiere una inversión considerable”.
-¿Esa inversión sería por parte del Ejecutivo regional o del Ejecutivo nacional?
-Creo que sería a nivel nacional porque la inversión es sumamente grande.
-En el caso de la Matriz Norte, ¿qué adelantos existen, tomando en cuenta las deficiencias de ese sector de la ciudad?
-Nosotros actualmente prestamos el servicio hasta El Trompillo. Desconocemos los alcances de la Empresa Noroccidental de Mantenimiento y Obras Hidráulicas C.A. (Enmohca).
-¿Con qué embalses cuenta Lara?
-Iribarren con Dos Cerritos, Torres con Atarigua y Los Quediches. También está la represa Dos Bocas. De Macuto sacamos casi 600 litros por segundo. Como hay mucho problema con la sequía el embalse Los Quediches sufrió mucho. Los Quediches está fuera de servicio porque el Ministerio para el Ambiente dijo que no garantizaba la calidad del agua de cierta cota hacia abajo. Carora se abaste con la represa Atarigua bajo un régimen de programación y un plan de contingencia.