Las familias venezolanas no tienen la certeza de que esta Navidad, en el pie del arbolito, aterricen juguetes. Es evidente la precariedad de oferta en los comercios, sumado a los altos costos, probablemente Santa, o el Niño Jesús en la versión criolla, no regale artículos lúdicos.
A raíz del Viernes Negro en el año 1983, en el país se comienza a producir juguetes en cantidades considerables. Cuando los importadores se vieron en dificultad para adquirir la mercancía, debido a la devaluación monetaria, comenzaron a crear moldes, algunos de diseño propio y otros con licencia extranjera.
Nacieron fábricas como Bisanti y Loklinca, creadores de juguetes para bebés, infantes, niños y preadolescentes de hasta 12 años de edad. Sacaron al mercado muñecas, juguetes educativos, carritos, caballitos, entre mucha otra variedad. La mediana empresa fue tan exitosa que incluso Bisanti llegó a exportar a países como Ecuador, Colombia, Puerto Rico y Estados Unidos.
Pero con la llegada del nuevo milenio, la industria nacional de la juguetería giró 180 grados: fabricar se convirtió más costoso que importar. Los anaqueles de las jugueterías del país se llenaron de artículos fabricados en China y la producción local vino en franco retroceso, de allí, la desaparición de la industria venezolana.
China acaparó el mercado
Para el año 2011, la Cámara Venezolana de Juguetes, Deportes y Recreación (Cavefaj), miembro activo de la Confederación Venezolana de Industriales (Coindustria), estimó que la manufactura china ocupaba el 80 % de la oferta de juguetes en el país.
La producción china es una economía a gran escala. Álvaro Kreisel, presidente del Grupo Kreisel, mayor distribuidor privado de juguetes en Venezuela, señaló en una entrevista al sitio web del diario El Mundo (www.elmundo.com.ve) que mientras que en la nación asiática se fabrican millones de unidades de un mismo juguete para distribuirlo en todo el mundo, en Venezuela, se comercializan de 10 a 15 mil unidades, por tal razón, los costos son más elevados.
Al consultarle sobre las declaraciones de Kreisel al presidente de la Cámara de Comercio del estado Lara, Álvaro Entralgo, coincidieron las opiniones. Dijo que hubo un momento en que llegaban juguetes de china demasiado baratos y se dejó de fabricar.
Señaló que retomar las fabricaciones en estos tiempos es impensable porque la mayoría de materia prima es importada. Este año hubo fallas con la elaboración de plástico en el Complejo Petroquímico El Tablazo, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, afortunadamente me informaron que ahora sí están laborando con toda su fuerza, manifestó.
Importar no es sencillo
El proceso de importación actual no es sencillo. Entralgo aseguró que este año las jugueterías no tuvieron acceso a dólares preferenciales, no hubo subasta. “El gobierno no oculta que hay problemas con las divisas. Ellos no le dieron dólares Simadi (Sistema Marginal de Divisas) a los empresarios y les dijeron que importaran a pulmón, que buscaran los dólares, en otras palabras les dijeron que compraran con dólar paralelo”.
Los jugueteros, al igual que el resto de los empresarios, compraron la mercancía para la temporada con el dólar a 800 bolívares, por eso los precios están por las nubes, apuntó Entralgo.
Aclaró que según la información que maneja la Cámara de Comercio, algunos sí recibieron dólar oficial pero les alcanzó sólo para pagar deudas.
El panorama es negro según su opinión, “no hay divisas y existiendo prioridades en el sector salud y sector alimentario, veo mal a la industria juguetera” expresó.
Sumado a eso, el encargo, fabricación, embarque y llegada de la mercancía a Venezuela, es un proceso que puede tardar seis meses o más. Y una vez que llega, el Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (Sencamer) los supervisa antes de ser sacados al mercado.
Para la fecha de redacción de este artículo, noviembre de 2015, en Barquisimeto las estanterías de la sección de juguetes están a medio llenar.
Las opciones actuales
Kreisel y Faventoys son las más grandes fábricas y distribuidoras existentes en el país. La primera es conocida por introducir al mercado los juegos más vanguardistas como mini-fábrica de alimentos y muñecas extravagantes; mientras que la segunda, es aliada de los juegos didácticos y tradicionales de mesa como Monopolio y Adivina Quién, pero también produce artículos con licencia Marvel como los Transformers, uno de los más solicitados para la temporada decembrina 2015, y cuyo costo en las jugueterías ronda los 38.000 bolívares.
Para las niñas los juguetes más buscados este año son la Heladería Kreisel en 6.600 bolívares, la Bebé Cosette en 14.000 bolívares y la Malcriana en 15.000 bolívares.
Según la vendedora de una importante juguetería en el Sambil, esos tres artículos fue la única mercancía nueva pedida para atender la demanda de diciembre, el resto estaba en depósito.
En los comercios del centro muñecos de moda como Minions y Frozen cuestan 15.000 bolívares, otras menos reconocidas y de menor calidad no bajan de 5.000 bolívares.
Yamil Pérez, trabajador desde hace 17 años de un comercio asiático en la carrera 21 con calle 31, comentó que lo más vendido ha sido el kit de maquillaje que tiene un costo de 2.000 bolívares. Este año le llegaron 10 bultos con 48 unidades cada uno, dos años atrás llegaban camiones enteros.
Pérez tiene asesoría calificada pues con un hijo pequeño es fácil estar al tanto de los juguetes de moda. Expresó que los juegos de mesa ya no son interesantes, “ya no es fácil resolver los regalos con un ludo o dominó, ahora les gustan las consolas de video o celulares”.
Descuento por bajas ventas
Las ventas no han estado buenas, comentó Nardy Rivera, encargada de la juguetería HyM C.A en la carrera 21 con 31. Los propietarios, por decisión propia, colocaron toda la mercancía con 30 % de descuento. Las ventas son tan bajas que prefieren ganar menos pero incrementar la salida de los artículos.
Volver a lo criollo
En el mundo digitalizado, ¿cabe la oferta de juguetes artesanales?, según Zhais Hernández, encargada de la tienda Juguetes Inteligentes del Centro Comercial Las Trinitarias, sí.
En la vidriera están exhibidos juguetes hechos de madera, fabricados por el artesano Humberto Barazarte. Hay disponibilidad de artículos lúdicos para infantes hasta niños de 10 años, pero contó la encargada que incluso los adultos se interesan por las creaciones.
Los más llevados son los rompecabezas en 800 bolívares, balancín de metras en 1.650 bolívares, y muñecos que al girar una palanca, caminan, cuyo costo es de 1.650 bolívares.
“Todos los días se vende mucho, esta es una muy buena opción para los regalos navideños, lo mejor es que están diseñados y fabricados aquí en Barquisimeto” expresó.
En la misma tónica artesanal, el costo de una muñeca de trapo varía entre 800 y 3.000 bolívares. “Es necesario ahorrar, no nos podemos dar lujos pero volver a lo tradicional es una opción” comentó Sol Bracho, ama de casa.
Cifras
Para el 2014 en Venezuela existían 227 importadores y fabricantes de juguetes, 150 artesanos y 2.500 jugueterías.
EL IMPULSO intentó comunicarse con Elizabeth Rama, presidenta de la Cámara Venezolana de Juguetes, Deporte y Recreación (Cavefaj) para actualizar cifras de miembros activos pero fue posible localizarla en su despacho.
Comprar con dólares electrónicos era una opción
La inhabilitación del sistema de asignación de los 300 dólares, en cupos electrónicos para compras en el extranjero, ha hecho que muchos padres se vean apuros para comprar los regalos este año. Comprar en páginas como www.amazon.com o www.ebay.com era una excelente opción para economizar. Para ejemplificar, una Barbie original ronda los 30 dólares mientras que en moneda venezolana supera los 30 millones de bolívares.
Antes de elegir
Antes de comprar los regalos para Navidad, recuerde comprobar que ejercite la imaginación del niño, fomente destrezas y habilidades y sean artículos para una sana diversión. No es aconsejable adelantar etapas con juguetes para edades avanzadas, resulta indispensable que sean adaptados a sus gustos y que sean inofensivos.