Dos atentados suicidas ocurrieron este jueves en un suburbio del sur de Beirut, Líbano, que es un bastión del grupo extremista chií Jezbolá, lo que dejó al menos 43 muertos y más de 200 heridos en uno de los atentados más letales en Líbano en años recientes.
Rápidamente el Estado Islámico se adjudicó los ataques. Este grupo está librando enfrentamientos en la vecina Siria y en Irak, pero hasta ahora no se conoce que tenga una filial reconocida en Líbano, aunque este pequeño país del Mediterráneo se ha visto afectado por la guerra civil siria.
Las explosiones ocurrieron con minutos de diferencia durante la hora de mayor tránsito en un área del sur de Beirut llamada Burj al-Baranjne, un bastión de Jezbolá. El grupo chií ha estado combatiendo en Siria junto a las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad. El área ha sido atacada anteriormente y grupos milicianos suníes han amenazado con realizar más atentados ahí.
Además de los 43 muertos, las bombas hirieron a 239 personas, anunció el Ministerio de Salud.
No quedó claro de inmediato cuántos atacantes participaron. Según un funcionario de seguridad libanés, el primer atacante suicida detonó su chaleco cargado con explosivos afuera de una mezquita chií, mientras que el segundo se hizo estallar afuera de una panadería cercana.
Un tercer presunto atacante fue encontrado muerto, sin piernas pero con el chaleco cargado de explosivos intacto, señaló el funcionario, quien solicitó no ser identificado en cumplimiento de regulaciones. El funcionario conjeturó que el tercer hombre murió por la explosión ocasionada por el segundo atacante, ya que presuntamente estaba cerca de esa detonación.
«Ellos enfocan sus ataques en civiles, feligreses, personas desarmadas, mujeres y ancianos; sólo atacan a personas inocentes», dijo The Associated Press Bilal Farhat, un funcionario de Jezbolá, quien calificó el hecho como un «ataque terrorista, satánico».
Hospitales en el sur de Beirut solicitaron donadores de sangre y pidieron a residentes que se reunieran frente a entradas de hospitales para que el personal de ambulancias y de emergencias pudiera trabajar libremente.