Aunque el Gobierno venezolano no ha emitido una comunicación oficial acerca de los montos y cantidad de retiros que ha hecho del Fondo Monetario Internacional (FMI), se sabe que se trata de cifras importantes y cuantiosas según lo expuesto por varias agencias internacionales de noticias y el propio organismo financiero del cual son miembros 188 países del mundo.
A la fecha se contabilizan tres retiros: uno en abril por 380 millones de dólares; otro en julio por 1.500 millones de dólares y el más reciente en octubre por 467 millones de dólares.
¿Qué impacto puede tener para la economía venezolana y cuál es el propósito de esos retiros? fueron las inquietudes consultadas al profesor Juan José Pérez, jefe del Departamento de Economía de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y articulista de este rotativo.
A juicio de Pérez, tales acciones fortalecerían transitoriamente las reservas internacionales venezolanas, las cuales están muy bajas. Servirían estos retiros para pagar la deuda, inyectarle divisas al aparato productivo del país y realizar importaciones de bienes y servicios, esas serían las posibles causas.
Sin embargo, para el economista no se trata de enormes cantidades.
Pueden aliviarse de esta manera pero transitoriamente, las dificultades de la economía nacional, reiteró el docente.
Como consecuencia negativa, estos retiros se traducen en una clara señal, que le indica al sector financiero mundial y a los analistas que el país se quedó sin dólares.
“La potencia energética mundial, full de dólares producto de la renta petrolera, con cuentas mil millonarias en los bancos de todo el mundo y en el Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional (Fonden), realmente no los tiene”.
Explicó que muy pocos países usan esas reservas del FMI, salvo ciertas excepciones o circunstancias extremas, como guerras por ejemplo.
Los países tienen en el FMI ciertas reservas financieras producto de ciertas cuotas o aportes que se acumulan en el tiempo. Se trata de un respaldo o fondo que raramente se retira amén de un rescate financiero tal y como ocurrió en Grecia recientemente. Cuando hay problemas de insolvencia se apela al FMI.
Pérez agregó que esta circunstancia está estrechamente vinculada a otra. Quienes llevan las riendas de la política pública asumen que se trata de una situación provisional, mientras se recuperan los precios del petróleo.
“Creen que pueden echar mano de eso (reservas en el FMI) y tan pronto se recupere el precio del barril, colocar nuevamente esos dólares en el fondo”.
Sin embargo, el economista asegura que el precio del petróleo en un lapso de cuatro o cinco años no va a variar, pudiera fluctuar alrededor de los $40 por barril ya que actualmente hay mucho crudo en el mercado y cualquier intento por subir el precio representará una invitación a Estados Unidos para que extraiga más hidrocarburo no convencional, inundando el mercado.
“Venezuela tiene que prepararse para obtener divisas por otra vía”, enfatizó el experto.
