Resulta más que evidente la estrategia de amedrentamiento por parte de los voceros del régimen, incluyendo a la señora Lucena. El descaro del gobierno pareciera no tener límite a la hora de inducir al miedo para tratar de evitar lo inevitable. Es decir, la avalancha de votos que saldrán de sus casas a hacer las colas en los centros de votación en busca de un mejor futuro. Las horas transcurren a la par del tormento por saberse perdidos y desnudos frente a la justicia ciudadana que inexorablemente, hagan lo que hagan, se hará presente en todo el territorio nacional. El voto castigo, marcará el inicio de un largo proceso histórico de reconstrucción institucional, ético y moral, que abrirá espacios importantes para el dialogo, la reconciliación y el reencuentro entre todos los venezolanos que hemos vivido 17 años de confrontación estéril y destructiva, que nos ha impedido ver con claridad que los problemas del país son comunes a todos, y la única forma de resolverlos es entre todos…
La desesperación oficial por unos números aplastantemente adversos, los ha llevado al extremo de diseñar un slogan de campaña intimidante: “Ganamos Como sea”. Ese “como sea”, pudiera tener varias lecturas en el sentido estricto de los hechos. Desde caernos a tiros porque perdieron, o robarse los votos en los centros de votación donde no se tenga representación por parte de la MUD, o simplemente desconocer los resultados para terminar de instaurar un régimen abiertamente de facto, con el pueblo y la fuerza armada nacional, tal cual lo ha dicho claramente el propio Maduro. Sin embargo, las incongruencias e imprecisiones oficiales nos permiten tomar una lectura diferente de lo que se pretende proyectar. Resulta más que obvio, desde el punto de vista psicológico, que quienes están aterrorizados con el 6D, son los jerarcas del régimen. Ese miedo los lleva a cometer excesos y desproporciones que abultan mucho más los expedientes nacionales e internacionales que se harán presentes en su debido momento para hacer justicia. La decencia demócrata en el PSUV, que existe también, lo sabe y lo entiende. Los vientos soplan en favor de los valores democráticos. Esa tendencia es irreversible…
Independientemente de la estrategia oficial para generar miedo en la población y evitar el voto masivo, existen factores de responsabilidad ciudadana que se erigirán por sobre nuestros propios temores. Las debilidades de la democracia resultan inocuas frente al temor que genera vivir sometidos a la escases controlada por una minoría militar corrupta que se roba los productos para venderlos en el mercado negro y enriquecerse. Más temor debe generarnos seguir viviendo sitiados por el hampa desbordada. Más temor debe generar vivir sin servicios públicos. Más temor debemos tener a morir de mengua en los hospitales por falta de insumos y medicinas…
Ya esto dejo de ser una responsabilidad solo de los políticos y de los partidos. Esto es una decisión personal de cada quien. Si queremos continuar así, o queremos cambiar…
Mis comentarios:
.- La avenida Uruguay se muere de mengua. El sector político no tiene interés en repararla…
.- El Colegio de Ingenieros cumplió. No nos hacemos cómplices silentes de los que pudiera ocurrir…
Cada vez que me asaltan los malignos para devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, quienes vacilan y caen…(Proverbios 27: 2).
