Ya es suficiente con las colas que tenemos que hacer para poder conseguir algo para comer, como para que también debamos hacer las kilométricas colas al momento de esperar el transporte público que nos lleve a nuestros hogares, y aún más con el cansancio acumulada después de una ardua jornada de trabajo.
En la avenida Vargas entre carreras 21 y 22, en una de las paradas de ruta que van hacia varias zonas de Cabudare, las colas que se hacen todas las tardes, a partir de las 5, ya las unidades que quedan han arrancada y la espera se hace cada vez más larga.
Lo cierto es que para llegar a casa pasa un poco más de una hora en el camino y media hora en la espera que llegue el transporte, y hay muchas personas que prefieren irse de pie, abarrotando la buseta desde el último puesto hasta el estribo. Si pudieran irse en el techo, estoy seguro que el conductor llevaría a más personas, solo por el hecho de tener un viaje más productivo de lo normal.