Está de luto la manga. El mejor coleador de todos los tiempos sucumbió al sueño eterno.
El zambo Juan Canelón, gloria del coleo nacional y Patrimonio del estado Lara, falleció este viernes en Duaca, municipio Crespo. Había cumplido 103 años de edad el pasado 28 de septiembre.
Según registros de EL IMPULSO, Canelón se inició en el coleo a los 10 años de edad.
Desde entonces, no dejó de tumbar toros en todas partes.
Esta leyenda deportiva alcanzó distintos reconocimientos, probablemente faltaron homenajes que honraran su desempeño en una actividad tan difícil como el coleo.
El zambo, pese a su prolongada edad y disminuida audición no dejó de lado su picardía y esa alegría que lo identificaba en las mangas, cualidades que siempre fueron visibles, así como su sombrero y mascada de chimó.
Vale recordar que se retiró en 1968.
No obstante en una entrevista para este rotativo dijo en tono melancólico “yo todavía podía seguir coleando porque venía de hacer tres tardes en las cuales logré los 9 puntos, pero los muchachos me convencieron de retirarme por una hernia que tenía”.
Para Canelón el coleo fue popular en su tiempo, ahora es un deporte más técnico.
Otrora llegó a colear hasta 20 toros en una tarde. Hoy en día eso no es posible debido a las nuevas reglas.
Sus equinos favoritos, con los cuales protagonizó distintos triunfos fueron La Cervatana, La Reliquia y El Rocío.
Su mejor tarde de toros fue la que se celebró durante las celebraciones del cuatricentenario de Barquisimeto.
Fragmentos de la entrevista
-¿Y cuáles eran sus coleadores rivales de la época?
-Había muy buenos como Jesús María Vásquez, Flabio Arrieta, Jesús María Piña y Marcial Garmendia, el padre de Rafael Marcial, entre otros, buenos coleadores y buenos amigos.
-¿Y todavía va a los toros?
-Es que ahora no hay tardes de toros coleados sino noches y yo me acuesto temprano, responde con una carcajada.
-¿Y tuvo muchas novias cuando era coleador?
-Sí las tuve, pero llegó esta tocuyana y se llevó el trofeo grande porque me casé con ella”, señala mientras abraza a su esposa Ananías Pérez, con quien tuvo ocho hijos.