Para recordar: “Tenía Moisés 120 años de edad cuando murió. Sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Deuteronomio 34:7)
Exactamente, el 30 de octubre de 2015, el señor Claudio Miguel González, nuestro papá, cumplió 95 años de edad y damos gracias a Dios por esta hermosa bendición, esperando que las continúe recibiendo en su lucidez, con su buena memoria, una notable vitalidad, y actualmente observa buena salud física, gracias al Todopoderoso.
Teniendo unos 9 años, Claudio estudiaba en la Escuela doctor José Ángel Álamo y bajo la dirección de su maestro, el bachiller Machado, participó en una parada cívico-militar organizada en un día de fiesta nacional; por cierto, vestidos con particular uniforme, como soldaditos, el grupo de niños recibió gratos elogios de quien llegó a ser presidente de Barquisimeto, el General Eustoquio Gómez (1868-1935), dado el orden, la disciplina y les mereció un modesto incentivo económico, departe del mandatario antes mencionado. Además, pasaron ante su vista casi todos los mandatarios de Venezuela, hasta hoy.
Claudio Miguel, asistió a la Escuela desde niño y a la par trabajó arduamente. Aprendió diferentes oficios: Mecánico de motos; muy habilidoso, ingenioso nato. Y a todo lo reparable, según sus palabras: “hay que buscarle la indormia”. Según la página tubabel.com “indormia” significa: “Realizar una enmendadura…, dando solución técnica con recursos limitados”.
Practicó el pasatiempo de la fotografía, y desde los nueve (9) años de edad, realizó el oficio de comerciante, actividad que hizo prácticamente toda su vida. Consolidó su propio negocio, bajo el nombre comercial de Super-Mercado “La Ciencia” (hoy inactivo), el cual estaba ubicado en las inmediaciones del antiguo mercado “El Manteco”, en el centro de la ciudad.
En dicho negocio, trabajo por más de 40 años y podemos afirmar que su vida laboral abarcó unos ochenta años. Dada esta actividad, le permitió conocer a distinguidas personalidades y otros comerciantes como: Ramón Alvarado, señora Nicanora Barrios, el señor Barreto, Luis Felipe López, Juan Francisco Freítez y Crucita de Freítez, Ramón Giménez, Alfonso Alvarado, Pausides Agüero, el doctor David Agüero, Casiano Castro, entre otros.
Claudio, es padre de cuatro varones: Miguel Ángel, Hernán Rafael, Claudio Miguel y quien escribe, y de María Eufemia, quien, tristemente, hace poco bajó al sepulcro en la paz de Dios.
Durante su vida, lo han rodeado familiares como sus hermanas Maridol de Ledezma, Sor Berta; las familias Ferrer, González, por el lado de su abuela Mercedes y la su tía Paula; la familia González Sánchez y Pérez Alvarado; gozando de sobrinos, de las esposas de sus hijos, nietos, bisnietos, unido a numerosas e importantes amistades imposible nombrarles a todos, pero las recuerda con cariño.
Nuestro texto inicial, dice que el patriarca Moisés durmió (murió) cuando tenía 120 años. Es la edad ideal, donde el cardiólogo clínico Ramón Aguilar, sostiene que todos deberíamos morir, si nos cuidamos, si cambiamos nuestro estilo de vida. Y, tal vez por ello, en el mismo texto se señala otro aspecto interesante que le pasó a Moisés: “Sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor”.
Es posible que se diga fácil 95 años, pero Claudio da gracias a Dios por el hermoso privilegio de llegar a tantos años soportando cualquier prueba y siguiendo adelante frente a los retos de la vida.
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