El Deportivo Lara, sumergido en una “mini crisis”, saldrá a buscar una bocanada de oxígeno este miércoles, al recibir a Llaneros de Guanare, en la disputa de la décimo séptima y antepenúltima jornada del torneo Adecuación.
El careo, a disputarse en el Metropolitano de Cabudare, está pautado para iniciar a las 3 y 30 de la tarde, con el arbitraje del capitalino Maiker Gómez.
Para la tropa de Rafael Dudamel es un duelo determinante, porque puede marcar su futuro en el resto del certamen. El club viene de dos derrotas al hilo -tres si se suma la que sufrió en la vuelta de la Copa Venezuela- y perdió terreno importante en la clasificación, al caer al séptimo puesto, mes y medio luego de coquetear con el liderato.
Al conjunto larense le urge la victoria para continuar dentro de los ocho primeros de la clasificación -que de momento clasifican a la siguiente instancia- y mantener a raya a rivales como Anzoátegui y Mineros, que vienen empujando y están a corta distancia.
El equipo rojinegro suma 26 puntos, la misma cantidad que el Zulia, equipo que de momento marca el límite entre los clasificados y eliminados, pero supera por muy poco al Anzoátegui (24) y Mineros (23), por lo que un resbalón esta tarde, ante un elenco llanero que viene a buscar los tres puntos para alimentar sus posibilidades de avanzar a ese octogonal, complicaría su panorama y lo cargaría de presión para las dos fechas restantes.
Su primera encomienda es reencontrarse con el gol, toda vez que acumula cuatro desafíos sin mover las redes de los rivales, entre Adecuación y Copa Venezuela. Quizá por el enorme desgaste que ha hecho, con partidos domingo y miércoles durante todo el semestre, el cuadro crepuscular ha perdido un poco de dinámica en su ataque y se ha hecho predecible para sus rivales, amén de que Jacobo Kouffati, su máximo goleador, ha entrado en sequía y no marca desde mediados de octubre, en la victoria por 1-2 sobre Zulia FC en Maracaibo.
El Lara se consigue con un rival que acumula tres partidos sin ganar y también vive una situación complicada en ataque, con apenas un tanto anotado en los últimos tres desafíos.
Parece el contrincante idóneo para salir del mal momento, aunque debe estar consciente de que el elenco guanareño viene a tierras crepuscular con ambiciones grandes, porque este careo significa su puerta para seguir con opciones intactas de avanzar a la siguiente fase, donde comenzarán a definirse los dos últimos cupos de Venezuela a la Sudamericana del próximo año.
