Sería ingenuo y hasta muy peligroso asumir falsos triunfalismos derivados de naturales sentimientos de frustración colectiva reflejados en las encuestas a escasos 34 días del proceso electoral con mayor relevancia de los últimos tiempos. Dadas las circunstancias en la cual nos encontramos luego de 17 años de proceso revolucionario, absolutamente inviable y contraproducente sería reincidir en la construcción de liderazgos mesiánicos en el ocaso de este ultimo que nos ha costado nada más y nada menos que la destrucción absoluta de la plataforma física construida del país con todo y el aparato productivo incluido. Es así como vemos con mucha tristeza el desfile de presumidos y ególatras que piensan que en lo individual, se pueden arropar las circunstancias políticas y sociales que rigen las corrientes de la opinión pública para liderar en solitario, con minúsculos partidos políticos, el proceso histórico de cambio necesario que el país reclama. Anti-histórico, por decir lo menos, anteponer nuestras pequeñas ambiciones personales, preñadas de insaciables deseos de protagonismo, por sobre la impostergable necesidad de unidad nacional entorno a un proyecto de país inclusivo, pacifista y de convivencia de clases…
Las corrientes de opinión científicamente analizadas señalan tendencias estadísticas que dibujan un deseo generalizado de unidad nacional por sobre todas las demás opciones políticas que se puedan presentar de cara a las elecciones parlamentarias del próximo 6D. La MUD, con todos sus defectos y carencias, ha logrado, en medio de la compleja policromía política, partidista e ideológica que conforman los sectores democráticos venezolanos, una propuesta blindada, con candidatos unitarios y tarjeta única, como interesante demostración que nos indica lo que somos capaces de hacer en función de la impostergable necesidad de cambio que recorre los tuétanos de la república. Sin embargo, debemos entender la obligante necesidad de deponer posiciones encontradas en la alianza opositora, a sabiendas que la rabia colectiva y el voto castigo son de tales dimensiones, que unidos somos invencibles. Bastaría con hacer campaña solo por la tarjeta de la unidad, con la manito, abajo y a la izquierda, para que la gran mayoría de nuestros candidatos salgan electos arrastrados por el aluvión indetenible de la historia que barrerá todo lo que encuentre a su paso…
Los ejercicios personalistas generan fisuras que obstaculizan el camino de la libertad. Posterguemos nuestros legítimos deseos de protagonismo y entendamos que nadie solo puede. El único líder es la unidad…
Mis comentarios:
-El pasado 28 de octubre, día del Ingeniero, tuvimos la oportunidad de dar el discurso de orden en el parque Ayacucho, gracias a la gentileza de la Junta directiva del CIEL.
-Colocamos el acento en la necesidad de asumir el compromiso de unidad gremial en función del gran desafío de reconstrucción de la plataforma de infraestructura del país que se encuentra en situación de colapso.
-Elevar la ética en el ejercicio de nuestra profesión y apartar las fronteras partidistas en función del futuro que nos pertenece…
-Pasar la página electoral y sumar voluntades hacia los objetivos comunes, sin revanchismos…
-Muchas gracias por tan deferente distinción.
Compra la verdad y no la vendas; también la sabiduría, la enseñanza y el entendimiento… (Proverbios 23:23)
