En medio de las actividades cotidianas y el ritmo de vida de las urbes, siempre es necesario un tiempo para ejercitarnos en un parque, disfrutar de actividades artísticas en una plaza o deleitarnos con un buen café en un jardín colorido. Ahora, en función de ello nos preguntamos, ¿Quién debe crear estos lugares de esparcimiento?, ¿Será necesario reencontrarnos con el lado “más humano de la ciudad”?, estas y otras reflexiones, las compartimos con ustedes a continuación
El teólogo francés Calvino, afirmaba que “la ciudad es el reino de los símbolos, un libro abierto”, y definitivamente, es así, pues en estos sitios de convivencia se encuentran muchas historias que contar, entre ellas, las que nacen en espacios de encuentros, sonrisas y buenos momentos que invitan a escaparse de la cotidianidad y darle paso a la distracción.
Según la Arquitecta Liliana Vargas, los centros urbanos requieren de áreas especialmente concebidas para la recreación de sus habitantes, partiendo de la necesidad innata del ser humano de integrarse socialmente en una atmósfera agradable y que apueste por lo bueno y positivo que nace de su gente, afirmando que “hoy en día existe una tendencia por cuidar la salud y buscar el bienestar en contacto directo con la naturaleza, así como instruirse y disfrutar de encuentros culturales y recreativos, lo cual se puede desarrollar en lugares de esparcimiento público”.
En este sentido, la diseñadora de espacios urbanos destaca la visión actual de estas zonas, que deberán ser planificadas considerando versatilidad y todo aquello que pueda resultar atractivo y diferente. “Se trata de crear lugares agradables, por esta razón, es necesario jugar con elementos de iluminación, mobiliaria y jardinería que hagan contraste con las oportunidades de esparcimiento para los distintos tipos de públicos”, apunta Vargas.
Lugares para el venezolano
En lo que respecta a Venezuela, la experta comenta que desde hace algunos años existe un creciente interés por instaurar áreas de esparcimiento para el colectivo, que puedan convertirse en el lugar perfecto para darle vida a diferentes encuentros, propiciando el sentido de pertenencia del venezolano y el “cariño por lo nuestro”.
Como muestra, en Barquisimeto se han originado plazas donde el arte, la música y el deporte han encontrado cabida, sin embargo, es importante considerar que aunque no cualquier sitio resulta propicio para estas actividades, pues inicialmente no fueron creados para ello, aun así terminan por adaptarse, afirmando que “actualmente existen muchos espacios improvisados para el esparcimiento, más no pensados en función de este ideal, lo que origina que no puedan ser aprovechados de la mejor manera”.
Para concluir, es fundamental agregar que la única manera de dar origen a nuevos espacios y revalorizar o mantener los que tenemos, es haciéndolos parte de nosotros a través de la protección y el correcto mantenimiento, pues es allí donde está la clave para construir una nueva cultura ciudadana.
“Debe existir una proporción considerable por cada lugar de esparcimiento, para que el ciudadano común pueda distraerse, compartir y disfrutar de una manera plena”.
“No se pueden ceder estos lugares a la desidia, la delincuencia y el abandono”.
