A María le gusta controlar la rumba, evita el sida, tu tienes el control, ponte el condón; es el inicio del alerta de la ONU en una campaña que persigue que abramos los ojos para evitar morir por la irresponsabilidad de quienes sin el menor cuidado ponen en riesgo la salud propia y la de otros.
De tantas lecturas que pueden dársele a esta publicidad una es ver a María como una joven que le encanta el trasnocho, la rumba y peor aún, es promiscua en sus relaciones sexuales, le fascinan los encuentros fortuitos y no tiene miramientos para cuidarse a sí misma, menos para cuidar a los demás.
Como el VIH es un flagelo que puede permanecer oculto y personas aparentemente sanas pueden ser portadoras del mortal virus, el alerta de la ONU debe ser tomado con suma seriedad, con la alarma que el caso amerita, porque si bien el sida no respeta a nadie, puede que María tampoco lo haga y la buena fe sea sorprendida por astutas histriónicas.
Al acceder a la página Web de la campaña ONUSIDA, advertimos como por la irresponsabilidad y la falta de conciencia han aumentado considerablemente los casos de VIH-sida. Y es que no nos debe bastar la palabra de quien nos jura estar sana o sano y ni siquiera una prueba aislada en el tiempo que nada arroja sobre el último encuentro sexual de María o su reciente pareja, pues es como la ruleta rusa ya que desconoces la psicología de quien con cotidiana facilidad es capaz de aceptar o promover un encuentro sexual a la primera invitación o en fin que no se hace mucho de rogar.
Otra lectura que se puede hacer para estar avizores sobre el peligro con María, es su desarraigo moral o su proclive comportamiento a cambiar de compañero sexual , pues constituye un aviso de alerta confeccionado en refulgentes luces de neón que si no ves es porque no quieres.
Son tantas las señales que nos alertan sobre el riesgo de adelantar relaciones sexuales, confiando solo en las apariencias de una persona, como su aspecto físico o su engañoso perfil psicológico, que somos tan culpables como María si hacemos caso omiso de ellas. Este es el afán de la campaña ONUSIDA, que seamos sensatos y tengamos sentido común, que es el menos común de todos los sentidos.
A veces las manzanas bonitas, las que en el exterior mejor lucen están alteradas por dentro y tienen un gusanito que está haciendo estragos.
El gran peligro radica que según la Organización Mundial de la Salud, siempre está abierta una ventana serosa, por lo que a veces las pruebas o los exámenes de VIH resultan negativos y se trata de falsos negativos, pues a la larga y en el transcurso de los años el sida se manifiesta, cortando con la vida de quienes por confiados, por crédulos, se dejaron embaucar en una rumba de la que nunca debieron aceptar la invitación.
Desde luego, la ONU ha tomado el nombre de mujer más común en América latina, como es el caso de María, pero no podemos desentendernos que también existe Mario que es la otra cara de la misma moneda y que por un Mario cualquiera María también puede ser contaminada. No te arriesgues, preserva tu vida.