Los valores son impulsos que nos llevan, casi de manera automática, a actuar de determinada manera aun cuando existan otras opciones. Por ejemplo, el valor“decir la verdad”, para quien lo tiene, le facilita decir la verdad y no mentir, porque no es su hábito. Todas las sociedades tienen sus valores, pero los valores no son idénticos en todas ellas ni tienen la misma importancia.
Es común afirmar que no hay valores. En cualquier persona los valores siempre existen, aunque sean diferentes a los nuestros, los valores no desaparecen, simplemente cambian y suelen hacerlo por la presión social. No matar es un valor fundamental para nosotros, pero para un malandroel matar es un valor que lo enaltece en su grupo, le da prestigio –otro valor- y le ayuda a ejercer liderazgo –otro valor-.
Insistimos que es la presión social y el modelaje lo que cambia los valores. El gran daño que Chávez le hizo a nuestro país no es la pérdida de valores, algo que, según la definición antes señalada es imposible, sino su sustitución por otros que no ayudan a construir un país mejor, aun si ellos creen en lo contrario. Para un chavista no es vergüenza ignorar la historia, agredir a su empleador, colaborar en la trampa electoral, asesinar como miembro de una banda de cooperantes, robar el erario público, desmejorar la educación, poner a la gente a pasar trabajo, etc., etc., cosas que nosotros, los poseídos por los valores burgueses y pitiyanquis no nos atrevemos a hacer precisamente porque estamos poseídos, según ellos, por los contravalores de la revolución. Para recuperar a una Venezuela productiva, honesta y trabajadora nuestros líderes deben dar ejemplo de ello.
Los valores, en la medida que sean compartidos, contribuyen a la cohesión social y al sentido de identidad de una comunidad. Permite que personas con los mismos valores puedan entenderse e interactuar con confianza. Tampoco los valores están uniformemente distribuidos entre los miembros de una misma comunidad simplemente porque no hay comunidades homogéneas y también ocurre que una misma persona forme parte de grupos y comunidades distintas donde los valores son diferentes o antagónicos. Un militar tendrá, necesariamente que valorar la obediencia vertical y el heroísmo mientras esté en su rol de militar, pero estando afuera tendrá que aceptar que priman valores bien diferentes como el muy democrático derecho a no aceptar ordenes que tienen los ciudadanos cuando consideran que no deben hacerlo.
Entre las muchas cosas negativas que nos dejó Chávez, está la superior valoración que hizo de todo lo proveniente del mundo militar y quiso convertir a toda la sociedad en un cuartel, quería que estuviéramos todos firmes y a discreción.