Las voces de Penélope -De patrimonios intangibles

Probablemente, los ladrones de los equipos del Cine-Club Charles Chaplin, los hayan vendido rápidamente, no sólo por ser relativamente poco costosos, sino porque su uso no requiere de instalaciones especiales como ocurriría con los de una sala de cine convencional. Probablemente, dichos ladrones se asomaron alguna vez a la sala de proyecciones del Colegio de Abogados, vaya usted a saber sus razones. De lo que sí estamos seguros es que no se trata de cinéfilos, pues dicha condición, alcanza no sólo el gusto y respeto por la exhibición y difusión del buen cine, sino por los seres y artefactos que lo hacen posible desde que es producido hasta que es recibido por el espectador.
Probablemente digo, porque sigo creyendo, aunque algún censor o policía piense lo contrario, que el cine no enseña a robar ni mucho menos a destruir, lo que en este caso forma parte del patrimonio intangible larense. Probablemente, los ladrones se lo vendieron a quien sí sabe el valor potencial de los equipos, más allá del económico, pero carece de lo que podría llamarse la ética del cineclubista, quien por lo general muere como tal, pues si algo tiene el cine alternativo a diferencia del comercial, no sólo es que sus filmes se producen en casi todo el mundo, sino que genera en el espectador, ganas de volver a verlas.
Aclaro de una vez que ambos tipos de cine producen buenas y malas películas, pero el sistema de exhibición privilegia el de las grandes corporaciones, no el cine independiente ni mucho menos el de autor, por considerar que son conocidas solamente por “la mamá del director”, todas las que fueron rodadas con escaso presupuesto y no conseguían ni consiguen aún quien las proyecte.
De lo que si podemos estar seguros, es que quien los tiene en su poder no va a fundar cineclub alguno, ni mucho menos competir con el que fuera fundado en el Colegio de Abogados, hace 39 años por Juan Arcadio Rodríguez, padre de su actual director, Juan Luis Rodríguez. Juan Arcadio, no ha desaparecido de la memoria de quienes aún alucinamos por una sala oscura en donde el reflector siga iluminando el claroscuro del ser humano y sus avatares existenciales.
Le tocará al Colegio de Abogados hacer uso de sus saberes e insistir en hacer seguimiento a las investigaciones de los organismos de seguridad y hacerles entender, que no se trata sólo de unos equipos robados, sino de haber lesionado un patrimonio intangible que es también el derecho de todos los cinéfilos, como lo es ver las películas que las salas de cine comercial no exhiben ni tampoco tienen idea de su valor patrimonial.
Ya se venía planteando la necesidad de un mayor respaldo de los espectadores y de mejorar su plataforma tecnológica mediante el sistema de proyección en formato DCP, así como una versión digital de las películas de 35 mm, cuyo uso demanda una adecuación de sala, pantalla y audio, asunto que ha sido planteado al CNAC, del cual reciben algo de apoyo financiero, el cual no alcanza para realizar actividades de difusión y formación cinematográfica en comunidades y espacios educativos.
En fin, que hoy como ayer, el apoyo estatal sigue siendo escaso para quienes anualmente ofrecen Festivales como el de Cine Francés (FCF), Cine Euroscopia, Festival Español, Festival Caracas Doc., Festival de Cine Independiente de USA y Muestras de cine judío, latinoamericano, asiático y europeo, realizadas gracias a distribuidoras alternativas de cine como lo son Circuito Gran Cine, Séptimo films y Pasión Films. ¿Cómo apoyarlos? De varias maneras: Una es la institucional, pública y privada, en una alianza que permita aportes económicos directos, donación de los equipos y generación de ingresos a través de actividades. Otra es la individual, a través de las redes y medios de comunicación para generar el respaldo de todos, incluyendo no sólo los cinéfilos de todas las edades sino al público potencial.
Un bello ejemplo de apoyo al alcance de todos, es el de asistir este viernes 31, a las 7.15 al show de humor y stand up-Comedy, ofrecido por los «Guaromediantes», Dany Kaddabra, «El Convive», Franklin, «El Imitador», Daniel «El Ciego”, Jesús “Problema” y Rafael “Toronto” Alvarez, quienes donarán el ingreso de la taquilla al Cine-Club Charles Chaplin, por su grato y divertido trabajo de comediantes. Después de todo, pareciera que la única utopía posible siguiera siendo la artística, puesto que es la única que incluye, crea y transforma los distintos niveles de lo que somos como sociedad y como seres humanos. Para ello sólo requiere apoyarse en la sensibilidad, requerida para construir los sueños que nos hagan más humanos, al margen de sus esplendores y oscuridades.