Para recordar: Jesús les dijo: “Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres. Pero Dios conoce vuestro corazón. Lo que los hombres tienen por sublime, para Dios es abominable” (Lucas 16:8).
Estamos próximos a un proceso eleccionario. Y de pronto, los políticos (especialmente los que gobiernan) realizan acciones proselitistas: Ofrecen dinero, bienes materiales, alimentos, medicinas, adquiridos con recursos de la nación, y los manejan como si fuera de ellos, y en muchos casos, no piensan en la necesidad real del pueblo.
Con lo anterior, no estamos sugiriendo que se regale o se subsidie todo; tampoco que se venda con usura. Simplemente, para eso son los administradores donde estén: Al frente de nuestro país, alguna dependencia, organismo, hasta de su propia casa.
Específicamente, el 08 de Octubre de este año, la señora y hermana en Cristo, Axel Hernández de Terán, bajo la coordinación del médico Obstetra, Leo Acosta Palma, se nos hizo una invitación para realizar un corto seminario titulado: “La Administración de la 4 T”. Esta actividad se desarrolló en un conocido hotel de la población de Quíbor, estado Lara.
En tal población, este tipo de seminarios, se vienen haciendo durante tres (3) años (unos 36 encuentros), con el apoyo de la Iglesia Central Adventista, de tal entidad, bajo el nombre de: “Seminarios de Ética y Familia”, dirigido a estudiantes universitarios, profesionales, emprendedores, público en general, y estamos convencidos que los distinguidos asistentes, han crecido en muchos sentidos.
El referido seminario fue dictado por el pastor, jubilado, José E. Rodríguez (quien habló del Tiempo); la docente María Teresa Joya de Rodríguez (habló del Templo, como el cuidado de nuestro cuerpo y el hogar) y quien escribe, expuso sobre los Talentos y el uso sabio de nuestros Tesoros.
Allí dijimos (según Google), que “un Mayordomo es una persona encargada de la administración de los gastos de una casa, hacienda o cofradía religiosa”. Es decir, un mayordomo actúa como si fuera el dueño.
Volviendo al punto inicial, hemos escuchado diferentes escándalos en la administración pública, algunos en nuestro país y otros en países latinoamericanos. Observamos a los mayordomos, que están bajo la lupa de la corrupción; hecho que está tocando diferentes estratos y en muchos casos hay total impunidad.
Por su parte, Jesús, el Hijo de Dios, habló en parábola de un mal mayordomo y le hizo la siguiente pregunta: ¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás seguir siendo mayordomo” (Lucas 16:2).
En sentido literal, el apóstol Pablo dijo: “Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel” (1ª Corintios 4:2).
Dado el tema, aplicable a cualquier nivel, religioso o no, E. White señaló: “Un mayordomo se identifica con su amo. Los intereses de su amo se convierten en los suyos… recuerden todos que son únicamente administradores a quienes se ha confiado el dinero del Señor. Toda ganancia, todo pago, nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestras oportunidades serán objeto de rendición de cuenta ante Dios, quien nos los dio (A fin de conocerle, p. 219).
Con razón Jesucristo dijo: “Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres. Pero Dios conoce vuestro corazón” (texto inicial). Así que nuestra cuenta, primariamente, es con Dios.
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