La Unidad Democrática es un dolor de cabeza para muchos. Desde la cúpula roja han hecho de todo para sacarla del juego. Inhabilitación de dirigentes y candidatos. Cambios de reglas de juego sobrevenidas. Aumentar los atropellos con presos políticos y amenazar desde ya con una cárcel para Chúo Torrealba. Provocaciones para ver si la MUD reacciona con torpeza infantilista para usar la excusa de “la violencia” para inhabilitarla. Abusos de poder. Quitarle partidos como el caso de Copei y otros. Criminalizarla con intentos de golpes, magnicidios, con el paramilitarismo, inventando estados de exención, jugar al patriotismo barato a ver si mordíamos “el peine”. Colocar tarjetas parecidas a la de la MUD y ahora hasta candidatos con igual nombre, como en el caso de Ismael García en Aragua. Estimular a los grupitos del abstencionismo estéril o del divisionismo de la tal “tercera vía”, para que les ayuden. Ventajismo brutal. Cerco de censura. Demandas judiciales. Anunciar que “habrá violencia si la Unidad Gana” para tratar de sembrar terror. Eso y mucho más. Y lo que falta. Pero las encuestas –todas– señalan que en la intención de voto, la MUD saca entre 18 y 30 puntos de ventaja sobre los candidatos del madurocabellismo. Por supuesto, hay que trabajar duro para mantener y ampliar esos pronósticos.
Claro, la Unidad Democrática no es una obra perfecta. Por lo demás, como en tantas otras cosas de la vida, la perfección en política no existe. Es una alianza plural, entre dirigentes y organizaciones que comparten un propósito común sobre democracia, no militarismo despótico, progreso económico y social, libertades económicas y políticas, pero también difieren entre sí en muchos asuntos. Hay enfoques diferentes en varios temas. Eso, por cierto, es deseable. Horrible seria el “pensamiento único”. Cada uno tiene luces y sombras pero sobre todo, cosas que a algunos ciudadanos les simpatizan de algunos partidos y dirigentes que son las mismas que no les gustan a otras personas. Por eso es plural. Como debería ser la Venezuela del porvenir, por la cual votaremos el 6D, en la Tarjeta de la Unidad, abajo y a la izquierda del tarjetón…
P.D: El retorno de Manuel. Le forjaron un expediente en el 2008, ordenado desde Miraflores, aprobado en “la reunión de los viernes” – aquella que se hacía en la Vicepresidencia con los titulares de todos los poderes – y ejecutado por aquel miserable magistrado Aponte Aponte, quien confesó todo desde su refugio en USA, a donde huyo cuando olfateó que él iba a ser víctima por un pleito interno del régimen. La orden fue inventarle un expediente al ex gobernador zuliano y meterlo preso sin que importara su derecho a la defensa ni la ausencia de pruebas. Rosales prefirió el exilio. Ahora decidió regresar y sumar su liderazgo a la Unidad para arrasar en el Zulia el 6D. La Unidad le saluda y recibe con afecto. A la hora de escribir este Sin Tregua, no teníamos noticia del trato que recibiría por parte del régimen al pisar suelo zuliano…