El presidente Nicolás Maduro anunció ayer un incremento de 30% del salario mínimo para recuperar el poder adquisitivo de los venezolanos, erosionado por una desbordante inflación.
«Yo he decidido, para proteger el salario del último trimestre del año 2015 y dejar protegido de los capitalistas ladrones el salario del primer trimestre de nuestra amada clase obrera, decretar un aumento del salario mínimo nacional del 30% y de modificar la base de cálculo del cesta ticket (bono alimentario) del 0,75% al 1,5%», dijo Maduro en un acto con trabajadores siderúrgicos transmitido a la nación por cadena de radio y televisión.
El mandatario ya había aprobado en mayo pasado un incremento de 30% al salario mínimo.
El aumento a este salario se da en medio de una galopante inflación que al cierre del año pasado alcanzó 68,5% y severos problemas de desabastecimiento de algunos alimentos y productos básicos.
Con este aumento de 30%, el salario mínimo se ubicará para noviembre en 9.649 bolívares, unos 1.531 dólares a la tasa oficial de 6,30 bolívares por dólar, pero menos de 14 dólares según la cotización de la divisa en el mercado negro, ampliamente utilizado para establecer muchos de los precios de los bienes.
Maduro resaltó que con la sumatoria del salario mínimo y un bono alimentario dispuesto en las leyes venezolanas, el ingreso mínimo de los trabajadores será superior a 16.000 bolívares.
Al sumar el «cálculo de 1,5% del cesta ticket (que) estará en 6.750 bolívares, eso nos da un total de 16.399 bolívares a partir del primero de noviembre para todos los trabajadores», afirmó Maduro, quien destacó que este es «el cuarto aumento en el 2015, el año de la peor guerra económica que haya tenido nuestra patria».
El gobierno sostiene que la crisis es consecuencia de dicha «guerra económica» promovida por empresarios y sectores opositores.
En los últimos nueve años Venezuela ha registrado una de las mayores tasas inflacionarias de la región a pesar de tener control de precios y cambio desde 2003.
Los analistas asocian los problemas de inflación y desabastecimiento al agotamiento del modelo de controles y a un crecimiento del gasto público que ha llevado el dinero circulante en la economía a niveles nunca vistos.
Pese a que las autoridades tienen casi un año sin publicar el índice inflacionario, algunos analistas han estimado que al cierre del 2015 la inflación superará los tres dígitos.