Pocas participación ciudadana tuvo la conformación de juntas de electorales parroquiales y municipales del estado Lara. Con un mínimo de 3 personas por parroquia y municipio, se debían constituir las mismas, sin embargo la ausencia del personal; que fue elegido mediante sorteo para integrar las juntas, volvió esto una tarea difícil.
Los miembros de esta corporación tienen como función la acreditación de los miembros de mesas, así como los testigos de las diferentes organizaciones políticas en las próximas elecciones parlamentarias. Una vez agrupados deben realizarse tres sesiones de trabajo para llevar a cabo sus funciones.
El día domingo se realizará el simulacro electoral el cual busca evaluar el funcionamiento logístico y técnico del proceso e instalaciones electorales, permitiendo hacer una valoración, tanto al CNE como a las organizaciones con fines políticos, de operatividad del trabajo de elecciones.
De igual forma la programación y producción de los centros de votación serán supervisadas por el CNE, informó Lohengri Niño, director de la oficina regional del Consejo Nacional Electoral.
Señaló con especial énfasis la capacitación de los miembros de mesa que se llevará a cabo el 3 de noviembre, por lo cual invita a la ciudadanía a verificar si forman parte de los seleccionados para la labor.
El día domingo se implementará el simulacro electoral para las cuales estarán habilitadas 35 centros de los 2051, con los que cuenta el estado Lara, en donde se contarán con 3 centros pilotos, los cuales tendrán dos mesas que tienen los protocolos que se establecerán para el día de las elecciones.
La boleta electoral oficial será otro punto de importancia durante el simulacro el cual busca familiarizar al votante con el proceso, según expresó José Gregorio Zaá, concejal suplente del municipio Iribarren.
Zaá afirmó que el llamado por parte del sector oficialista a la firma de un documento para que se respete el resultado de las elecciones es solo su manera de tender una trampa a la oposición.
Por su parte Niño calificó como un “clima normal” la observación del desarrollo en camino de las parlamentarias, asegurando que las organizaciones políticas realizan sus debidas críticas de manera adecuada en lo que nombró como una fiesta electoral.