EL aficionado larense merece un especial reconocimiento en estos 50 años de Cardenales. Alegre, respetuoso, admirador de las gestas y crítico de los desafueros, ha sido un acompañante excepcional desde 1965. Supo cobijar su espera dilatada antes de ganar un campeonato que se zafaba en cada final precedente. En el “Antonio Herrera” se disfruta la pelota con intensidad y educación formal. Son esporádicos y extraños los desaguisados que originan unos pocos. Cada encuentro es una fiesta y cada jugada se celebra con emoción y recato. Para eso es el espectáculo, para disfrutarlo y quererlo porque el beisbol es la catarsis que cura muchos males del cuerpo y del alma… ASÍ, destacamos al protagonista de mil cabezas que no mezquina el aplauso y se prodiga en elogios, aunque los merezca el oponente. En tiempos de violencia, barras bravas y traslado de hechos negativos a los escaños de diferentes escenarios deportivos, entregamos una simbólica medalla a quienes no han dejado al club ni en sus momentos más aciagos en la tabla de posiciones… LA verdadera fiesta, como aquella inenarrable del 29 de enero de 1991, la viven e imponen los hombres y mujeres, ancianos y jóvenes de todos los rangos sociales y variadas posibilidades económicas. Ir al beisbol es un culto, se convierte en una religión, una costumbre que pasa de padres a hijos y resulta un patrón familiar. Por eso esta nota para la gente ataviada de rojo cardenal que, pese a los avatares propios de estos amargos tiempos, no pierde la dulzura de su carácter.
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TEXAS se quedó de golpe y porrazo sin alargue de postemporada. Soñaban por allá con una final inédita de campeonato entre clubes del geográficamente inmenso estado de la unión. Los Astros rodaron luego de acariciar la gloria. Fueron a cinco juegos contra el plantel más compacto y firme de la campaña. Luis Valbuena agitó pasiones con un cuadrangular de dos carreras, pero luego Johnny Cueto trabajó el mejor juego de su carrera. Los 19 retirados en fila desde que el venezolano la sacó con Gattis embasado por sencillo en el segundo tramo, son la cifra más elevada desde el perfecto de Don Larsen en 1956… HORA de reconocer a Houston como equipo revelación de la campaña. Sin nombres sonoros, nómina de costo muy bajo, sin estridentes estadísticas, pero con un manager sorprendente, A.J. Hinch, mantuvo a la afición venezolana ilusionada con la posibilidad de ver a José Altuve en instancias superiores… A los Rangers les cabe el refrán “mataron al tigre y le tuvieron miedo al cuero”. Es decir, fueron a Toronto para ganar los dos primeros y asomarse a una barrida, antes de ceder en tres ocasiones ante el bestial poder productor de los canadienses. Bárbaro el jonrón de José Bautista, con desplante y todo. Fue el tablazo que selló la conquista de los Azulejos… Y para quienes hemos visto tanto beisbol en tantas partes y todos los niveles, siempre hay novedades. Esa del catcher Russell Martín devolviendo la bola al pitcher y golpeando el bate de Shin Soo Choo para que Rougned Odor anotara desde tercera luego de que la bola fue declarada viva por unos árbitros tan confundidos como los observadores.
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SÍ, confundidos como en la muy comentada jugada de Chase Utley, declarado quieto tras salirse de la línea de carrera para golpear a Rubén Tejada y también abandonar el campo. Como decíamos, el beisbol siempre nos trae imprevistos y singularidades. Por eso el libro de reglas es tan robusto y aun así se presta para interpretaciones, a veces erradas… EN Toronto amanecieron ayer evocando el jonrón ganador de Joe Carter en la Serie Mundial de 1993, a propósito del tablazo de Bautista al tercer piso del Rogers Centre. El dominicano tiró el bate en acción que no le gustó a nadie en la cueva rival. Los aficionados cambiaron los modos y celebraron en grande luego de tirar objetos al campo tras la referida acción en la cual anotó Odor… FRUSTRANTE el cierre de torneo para Elvis Andrus. Sus dos errores le abrieron las compuertas al rival para que Texas se desplomara en el choque crucial. Cuando se fallan dos jugadas elementales no quedan dudas que los nervios son verdugos. A Texas siempre le pasa algo en la chiquita… ¿LO harán los Cachorros? Vienen de bajarle los humos a uno de los mejores conjuntos de Grandes Ligas. Nada menos que cien juegos ganó San Luis antes de ceder ante su crecido rival de división. Méritos absolutos para Joe Maddon, en cuyas manos está el destino de unos perdedores empedernidos a lo largo de 108 años. Los tataranietos de quienes vieron el último trofeo de Serie Mundial en Wrigley Field, aguardan optimistas y con Jake Arrieta afinando la puntería.
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¿UN equipo ideal en los 50 años? Tarea nada fácil la que nos piden los aficionados. Muchos nombres fijos. Otros sujetos a controversias. Siempre se prefiere a quienes fueron triunfadores. Para despertar polémicas hagamos la prueba: Álex Delgado como catcher por su calidad defensiva y la influencia ganadora. Luis Jiménez tiene los mejores numeritos en varias campañas, apartando a un Cecil Fielder notable en la inicial. Miguel Cairo se involucró de manera estelar en tres títulos defendiendo la intermedia… A Luis Sojo lo preferimos de campocorto, con el permiso del destacado César Iztúriz. Hay que buscarle un puesto al no menos sobresaliente Alexis Infante. Lo ubicamos en tercera base, donde estaba cuando Lara ganó su primer campeonato. En los jardines encabeza Robert Pérez, por supuesto. Le dejamos la pradera derecha a Mark Whiten. El tercer guardabosque nos hace pensar porque candidatos sobran entre los importados. Sacamos la tarjeta con Lloyd Moseby. Como designados los guarismos asoman a Tom Evans y Cecil Fielder… LA rotación: Luis Leal, Edwin Hurtado, Antonio Castillo, Tom Dixon y Ken Sanders. En el bullpen Giovanni Carrara, Luis Aponte y Kelvim Escobar. Que los dirija Domingo Carrasquel con Omar Malavé y Nick Leyva como coaches de banca.