A Barquisimeto, en el marco de la guerra emancipadora, el Libertador Simón Bolívar la llamó Ciudad de los Crepúsculos, extasiado como estuvo ante los arreboles aquella tarde de 1813 cuando iba en retirada tras perder acá la batalla de Tierrita Blanca. Según su propia expresión, bien valió ese revés contemplar la policromía vespertina barquisimetana.
Tiempo después de aquel episodio bélico vivió en Barquisimeto el poeta valenciano Abigail Lozano, quien en 1854 estuvo en estos lares de secretario en una junta política. Este bardo, inspirado en voz alta ante las bondades de la ciudad, a través de una oda, la calificó como Reina de Occidente. El también poeta y escritor Luis Beltrán Guerrero, nativo de Carora, por el talento de autores y ejecutantes, dio a Barquisimeto otro calificativo, Ciudad Musical, luego llamada Capital Musical de Venezuela.
A partir del año 1959, con la apertura de la vía de ferrocarril hacia Puerto Cabello, con la creación de esenciales centros educativos: Pedagógico, Universidad y Politécnico; más el estreno de una zona industrial y el ensanche de la principal arteria de comercio, Barquisimeto recibió el nombre de Capital del Desarrollo. Eran tiempos de luz estudiantil, de auge en la construcción y de economía sana con una sólida moneda de plata frente al dólar.
Mediante la aplicación de un Decreto que por los años 70’ emitió la gobernadora del estado, señora Dori Parra de Orellana, Barquisimeto vio controlado de manera eficiente la circulación automotor, pues quien violentara aquella norma de tránsito quedaba detenido junto al carro que conducía. Igualmente Barquisimeto por esos tiempos fue la ciudad más limpia del país, obra del Concejo Municipal que presidió el ingeniero Omar Montero. Ambos logros eran elogiados en otras regiones y permitían en los barquisimetanos sentirse orgullosos.
También Barquisimeto fue Capital del Deporte al realizar los IX Juegos Bolivarianos, reuniendo acá durante dos semanas de 1981 atletas de las naciones hijas del Libertador, a las hermanas de la libertad. Unidas estuvieron: Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Asimismo, la ciudad brilló cuando una noche de 1991, con jubilosa presencia, salieron sus habitantes a las calles para aclamar a su equipo campeón, Cardenales de Lara.
Por estos días Barquisimeto celebra 463 años de fundada, sumida en la actual crisis económica, social y política del país. La ciudad, otrora con honrosos títulos, vive ahora llena de gente en diarias colas buscando adquirir alimentos y otros productos básicos, además de estar bajo el insoportable peso de la inflación y las sombras de la inseguridad. No siente motivación festiva, pese al esfuerzo programático ferial de las autoridades locales.
Pero como la elogiada urbe cumpleañera siempre ha sido fuente de fe y optimismo, también cuna de poetas, alguien expresó: “Ante las sombras / es bueno reforzar la fe / juntarse todos en el camino / y dar pasos firmes de luces”.