El presidente estadounidense Barack Obama anunció este jueves que mantendrá 5.500 soldados en Afganistán cuando deje el cargo en 2017. Con esta decisión, incumple su promesa de terminar la guerra en el país durante su mandato y pasa la resolución del conflicto a su sucesor.
Obama dijo que su plan de mantener más soldados en Afganistán de lo planeado inicialmente ofrece mayores probabilidades de éxito. Al hacer el anuncio desde la Casa Blanca, señaló que la situación en Afganistán es aún muy frágil, y agregó que en algunos casos existe el peligro de deterioro.
El presidente dijo que las fuerzas armadas afganas han conseguido progresos, pero que aún no son lo suficientemente fuertes. Destacó que la misión de las tropas estadounidenses en Afganistán no va a cambiar, siguiendo concentradas en operaciones contraterrorismo y el entrenamiento de las fuerzas afganas.
En un principio, Obama había previsto retirar al grueso de sus tropas del país, salvo por un pequeño destacamento que se mantendría en la embajada, a finales del próximo año, coincidiendo con el final de sus ocho años en la Casa Blanca. Pero los jefes militares argumentaron durante meses que los afganos necesitan ayuda adicional y apoyo de Estados Unidos para derrotar a los talibanes, que han resurgido en el país, y mantener los avances logrados en los últimos 14 años.
Fuentes enteradas del tema, que hablaron a condición del anonimato antes de que se diera el anuncio oficial, dijeron que la política para Afganistán estaba siendo revisada desde hace meses. La decisión de Obama de dejar en el país más fuerzas que lo previsto se vio reforzada cuando milicianos del Talibán tomaron la estratégica ciudad norteña de Kunduz a principios del mes pasado, lo que dio lugar a una batalla prolongada con fuerzas afganas en el terreno con apoyo aéreo de Estados Unidos. Un ataque aéreo que alcanzó un hospital mató a 12 voluntarios de Médicos Sin Fronteras y 10 pacientes.
Lea también:
Obama se disculpa por ataque contra clínica en Afganistán