Un hombre fue ultimado dentro de un restaurante en Cerritos Blancos en un episodio con claros signos de venganza.
Los dos delincuentes andaban en una moto, ubicaron a su víctima, lo persiguieron hasta la calle 1 entre 11 y 12 donde el hombre ingresó a un restaurante para resguardarse, pero uno de los antisociales se bajó de la moto, con pistola en mano entró al local, lo acorraló en una de las habitaciones que queda al fondo, justo al lado de la cocina y, sin escapatoria, lo ultimó a balazos.
Cuando el antisocial salió, su acompañante lo esperaba en la moto.
Instantes antes de ese violento hecho, el restaurante estaba lleno, había muchos comensales pues se acercaba la hora del mediodía pero cuando los victimarios se fueron, los clientes ya no estaban, todos se habían ido sin pagar la cuenta, atemorizados por el hecho violento.
El porche de la vivienda se acondicionó hace algunos años para poner a funcionar un pequeño negocio familiar. En la parte trasera están los dormitorios, en uno estaban las dos hijas del propietario y en la de al lado se suscitaron los hechos.
El dueño tenía una bandeja en las manos con el pedido de uno de los clientes, cuando vio venir ingresar a la víctima que sólo alcanzó a decir: “Me están persiguiendo”. Luego vio al homicida pero no supo describirlo pues aseguró que en el momento sólo pensó en sus hijas que estaban en las habitaciones.
Cuando el pistolero se fue, el señor entró al segundo cuarto, y sentando, al lado de la cama, yacía el hombre de piel morena, contextura media y 1,75 aproximadamente de estatura. Vestía franela negra con letras blancas, bermudas blancas y zapatos deportivos morados. Lo siguiente que hicieron fue reportar el hecho al 911.
Los investigadores de la División de Homicidios de Cicpc le preguntaron a los dueños del local y vecinos sobre alguna relación con la víctima para tratar de orientar la pesquisa, pero ninguno dio pistas relevantes, ni siquiera lo conocían.
Peritos forenses intentaban ayer determinar la cantidad de impactos que tenía el cadáver y el calibre del arma utilizada.
El cuerpo está en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda a la espera de ser reconocido.