Los dos escuadrones, Venezuela y Brasil, llegan heridos en su orgullo y en sus filas, además de necesitados luego del mal comienzo en las eliminatorias suramericanas el pasado jueves frente a Paraguay y Chile. Una derrota los dejaría en el fondo de la tabla y al pie de lo que podría tornarse un calvario de cara al futuro.
La Vinotinto salió maltrecha porque un fallo garrafal de su defensa a cinco minutos le brindó la oportunidad a Paraguay, merecida o inmerecidamente, de quedarse con los tres puntos, mientras los amazónicos, sin la presencia de su estrella Neymar estuvieron faltos de contundencia frente a los chilenos.
Neymar tampoco estará en el choque ante Venezuela porque debe cumplir otra fecha de suspensión después de los actos displicentes en el choque ante Colombia en la pasada edición de la Copa América disputada en territorio austral.
Precisamente, el 21 de junio pasado, Venezuela cedió 2-1 ante Brasil, lo que ameritó el reconocimiento de William como choque “complicado”, situación que pudiera tornarse igual si Noel Sanvicente salta al terreno alentado por una propuesta que sea capaz de romper, en parte, la hegemonía de Brasil sobre nuestro fútbol que resalta confrontaciones en 22 ocasiones, con 19 victorias para los brasileños, dos empates y apenas un triunfo para los nacionales, obtenido en un partido amistoso durante el año 2008.
Salomón Rondón, hasta ahora deambulante en el ataque venezolano ante la falta de balones, conocedor de lo que se avecina, en arenga directa a sus compañeros soltó unas frases dicientes, “Vamos a jugarles de tú a tú, igual que en la Copa América. Ellos no son más que nosotros, ni nosotros más que ellos (…) El fuerte de nosotros es lo colectivo, ya en la Copa ellos se cayeron cuando nosotros les hicimos un gol y tenemos que volverlo a hacer”.
En sus fórmulas de ataque, aunque la mayoría de técnicos suelen ser conservadores cuando se actúa de visita, San Vicente debe encontrar la manera de poder nutrir a Rondón y Suárez desde el sector medio. Tomás Rincón viene de jugar un excelente partido, se encargó de cortar las posibles salidas de los paraguayos pero no consiguió nunca un compañero de apoyo al momento de desdoblarse en el ataque. Alejandro Guerra vino un poco después de la hora de juego y la acción fue más dinámica a favor de los venezolanos hasta que sucedió el fallo defensivo que acabó con todo el andamiaje, en especial el sicológico.
En definitiva, la Vinotinto debe aprovechar el momento de crisis del fútbol brasileño arrastrado desde que sufriera la humillante derrota frente a Alemania en las disputas de la Copa Mundo 2014 en ese país.
La tarea no es fácil porque en revisión de la historia, Venezuela tendrá al frente a la selección que más Copas ha ganado y que nunca se ha perdido un Mundial y que seguramente echará mano de otras cartas como William que no jugó en la primera fecha y un Roberto Oliveira, reclamado por una buena parte de la afición para suplir a Hulk.
El choque será en el estadio Arena Castelao en la ciudad de Fortaleza e iniciará a las 8.30pm.
