La expulsión de las transnacionales que dañan el medio ambiente y la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática son dos de las conclusiones de la II Conferencia Mundial de los Pueblos que cerró el lunes en Bolivia con fuertes críticas al capitalismo y un tono pesimista sobre la cumbre de París que buscará acuerdos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Si la temperatura se incrementa más allá de los 1,5 grados centígrados estaremos viviendo una catástrofe planetaria. Ante la impunidad de los delitos contra la Madre Tierra, es una necesidad inmediata contar con un sistema jurídico internacional que castigue a los países que no cumplen con sus compromisos», dice una de 132 propuestas que aprobó el encuentro de activistas, líderes indígenas, expertos y representantes de la sociedad civil de 42 países que se reunieron para debatir sobre el cambio climático a convocatoria del presidente Evo Morales.
La declaración de Cochabamba, centro de Bolivia, habla de “expulsar a las transnacionales y multinacionales que dañan nuestra Madre Tierra» y propone un “nuevo modelo civilizatorio», una declaración universal de Derechos de la Madre Tierra y emplaza a las potencias a aprobar en Paris “metas cuantificables de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero».
El encuentro se cerró el lunes en la tarde con discursos políticos de los presidentes Nicolás Maduro de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador y el canciller cubano Bruno Rodríguez.
En el cierre de la reunión se escuchó voces de apoyo a Maduro, Correa y a la presidenta de Brasil Dilma Rouseff ante los problemas internos que afrontan problemas en sus países. La cita tuvo un cierre musical con ritmos bolivianos que bailaron Morales, Correa y Maduro en la testera.
Opiniones
El canciller francés Laurent Fabius invitado a la cita descartó la idea de crear un tribunal.
«Muchos países seguramente resistirán… no es posible poner en la cárcel a los gobiernos, pero lo que se debe hacer en París es llegar a un acuerdo jurídicamente vinculante y la principal presión es la internacional», dijo Fabius en una rueda de prensa el sábado. “Sólo un tribunal puede obligar a pagar la deuda ambiental ¿Si hay un tribunal para la deuda por qué no puede haber para la deuda ecológica?», señaló Correa.