Existe una cantidad exorbitante de acciones, objetos y desperdicios que nosotros los seres humanos creamos y que perjudican al medio ambiente. Sin pensarlo y únicamente dedicándonos a nuestras actividades diarias, somos capaces de dejar una huella, quizá imborrable, de daño al planeta. Es por esto que hay quienes quieren aportar un grano de área haciendo de cosas comunes, algo que cause menos daño
En nuestros carros, el desgaste continúo que podemos hacer en nuestros hogares malgastando agua, energía o utilizando aerosoles que contaminen el medio ambiente, colaboramos un poco más con el deterioro de nuestro planeta.
En esta oportunidad, un avance de la arquitectura viene a regalar un poquito de cariño al mundo, con la construcción de un edificio “verde” que no solo tendrá la particularidad de ser ecológico, sino que será la construcción sostenible más alta del mundo y estará en Bilbao.
Urbanismo ecológico
El Ayuntamiento de Bilbao aprobó definitivamente el “Plan Especial de Reforma Interior de Bolueta”. Este plan ordena y regula la regeneración urbanística de una obsoleta zona industrial de Bilbao junto al rio Nervión y contiene tres ingredientes imprescindibles para que se pueda hablar de urbanismo sostenible.
01. Sostenible para el medio ambiente: el urbanismo debe provocar la menor alteración del ecosistema en el que se inserta, causar el menor impacto posible sobre el medio ambiente y el territorio, consumir la cantidad más baja de recursos y energía, y producir baja cantidad de residuos.
02. Sostenibilidad económica: el proyecto debe ser económicamente viable para no comprometer más recursos pecuniarios que los necesarios y las necesidades de la sociedad, siempre son superiores a los recursos disponibles.
03. Sostenible socialmente: debe otorgar un bienestar a la sociedad. Por esto se exige que cualquier proyecto urbano que se quiera denominar “sostenible” responda a las demandas sociales de su entorno, mejorando así la calidad de vida de la población y asegurando la participación ciudadana.
Edificio “verde”
Está proyectado por el despacho de arquitectos “Varquitectos” y forma parte de un complejo de 361 viviendas repartidas en dos rascacielos. De 108 privadas y 63 viviendas sociales. Los cuatro aspectos fundamentales que definirán su construcción son: el ahorro energético, alto confort acústico y térmico, calidad del aire interior y uso de materiales naturales.
Las medidas que han adoptado para obtener unos resultados que permitan enmarcar la Torre Bolueta como edificio de consumo energético casi nulo, han sido la mejora e aislamientos, la eliminación de puentes térmicos, mejora en acristalamientos y carpinterías, hermeticidad al aire y ventilación mecánica controlada de doble flujo. Toda esta combinación permitirá, según los expertos, conseguir un ahorro de hasta el 75% en la factura de calefacción.
Es por esto que podemos señalar que poco a poco los edificios “pasivos” se han ido abriendo campo en el sector de la construcción y que mejor que de esta forma, ayudando un poco más al planeta y quienes habitamos en él. Aunque aún quede muchísimo camino que recorrer y muchísimas cosas más que hacer para aportar a la mejoría del medio ambiente, éste es un increíble proyecto que hará de Bilbao un ejemplo a seguir.
