Enciendes el aire acondicionado, te bañas una o dos veces al día, te trasladas de un lugar a otro, muchas veces en carro particular, y adquieres una gran variedad de productos en el supermercado; frente a todas estas actividades, ¿Te has preguntado cuál es el impacto que generas en el ambiente?, para responder a esta interrogante, la huella ecológica te permite conocer cuánto demandas de la naturaleza, para luego proponer cambios en tu estilo de vida
Creada por Mathis Wackernagel y William Rees en el año 1990, en la Universidad de Columbia Británica, esta huella es una herramienta que permite conocer la presión del hombre sobre el Planeta. En términos más sencillos, se define como el total de la superficie ecológicamente productiva (medida en hectáreas globales por año), necesaria para generar los recursos consumidos por un ciudadano y absorber los residuos que genera.
En la actualidad, a nivel mundial muchos países regulan su huella ecológica utilizando softwares para conocer el valor de los recursos naturales, establecer políticas que le permitan salvaguardarlos y medir avances a favor del ambiente. Según la Global Footprint Network, la huella ecológica “es una métrica sustentada en información, que nos dice qué tan cercanos estamos a la meta de una vida sostenible”.
La huella del venezolano
Según la Organización No Gubernamental VITALIS, entre los retos ambientales que tiene Venezuela se encuentra la reducción de los residuos y desechos; la restitución, cuidado y resguardo de las áreas verdes; la utilización consciente del recurso hídrico, y la optimización y mantenimiento en el uso de los vehículos; actividades que realiza el ciudadano común y que generan un impacto ecológico que debe minimizarse para colaborar con el planeta.
El portal web huellaecologica.com.ve, creado por Diego León como Trabajo de Grado en la Universidad Metropolitana de Caracas, ofrece la oportunidad de conocer nuestro “lado verde” individual y saber en qué podemos mejorar, gracias a una serie de preguntas contestadas en el sitio.
Lo primero, es registrarse como usuario para poder iniciar el cuestionario, que consta de 35 preguntas relacionadas con energía, agua, transporte, alimentación, y desechos y residuos producidos diariamente. Luego, la página arrojará los resultados acordes a lo expresado, acompañados de una gráfica donde explica detalladamente las proporciones de impacto y consumo. Además de ello, proporciona consejos prácticos para contrarrestar el efecto negativo de las actividades que pueden generar mayor demanda del medio.
¿Cuánto puede soportar el planeta?
Una Hectárea Global (HAG), es una unidad de medida empleada para cuantificar la biocapacidad del planeta, indicada para medir la huella ecológica. Hoy en día, vivimos en una sociedad que consume mucho a escala global, por lo que esta “media de bioproductividad” permite calcular los recursos empleados para la producción de los bienes que diariamente demanda cada habitante.
Según Wackernagel y Rees, cada persona dispone aproximadamente de 1.8 HAG para satisfacer sus necesidades básicas, cifra que constituye la capacidad de carga del planeta por individuo. Sin embargo, con los permanentes cambios en el ambiente, el crecimiento demográfico de manera acelerada y complejos procesos de globalización, este número se reduce.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente cerca de 7.000 millones de personas habitan la Tierra, y se estima que para comienzos del próximo siglo, se alcancen los 16.600 millones, cifra que invita a pensar qué se está haciendo por el planeta y cómo se pueden erradicar ciertas problemáticas ambientales, entendiendo que es la única “casa grande” donde, hasta los momentos, puede habitar el ser humano.
¡Pendiente de la atmósfera!
Algunas de nuestras actividades, también generan gases de efecto invernadero medidos en masa por la huella de carbono, que son en su mayoría compuestos químicos en estado gaseoso que se acumulan en la atmósfera de la Tierra y que son capaces de absorber la radiación infrarroja del sol, aumentando y reteniendo el calor. Esta situación, intensifica el efecto invernadero, incrementa considerablemente la temperatura, y genera un mayor calentamiento del planeta.
Entre las principales consecuencias que genera esta problemática ambiental, se encuentra la pérdida de animales y plantas, el deterioro progresivo de espacios naturales y la intensificación de sequías o largos períodos de lluvia en zonas determinadas.
Alimentos
Aunque unos sean más ecológicos que otros, todos generan un impacto sobre el ambiente, incluyendo los productos que, de manera directa o indirecta, llegan a nuestra mesa.
Transporte
Tanto el uso de transporte público, como de vehículos particulares, genera gases de efecto invernadero nocivos para la atmósfera y aumenta la contaminación sónica.
Agua
El consumo del vital líquido, muchas veces de manera irracional, al momento de realizar actividades diarias de aseo personal también produce impactos negativos.
Residuos
No importa qué tan pequeña sea nuestra producción de basura, pues ésta siempre impacta negativamente al ambiente.
Energía
Aunque es parte vital de nuestras rutinas diarias, su consumo produce grandes alteraciones en el medio, por lo que una buena idea sería crear consciencia y regular su uso.