Los ataques con arma blanca contra israelíes se propagaron el jueves con cuatro nuevos incidentes que causaron siete heridos, provocando un clima de gran nerviosismo en Israel; y dos palestinos murieron en la escalada de la violencia.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu estimó el jueves que su país enfrenta una «ola de terrorismo», principalmente no organizado, y prometió actuar con «determinación» ante ella, pero advirtió que no hay «solución mágica».
«Enfrentamos una ola de terrorismo, llevada a cabo con cuchillos, cócteles Molotov, pedradas y disparos con armas de fuego. Se trata de acciones principalmente no organizadas, pero causadas por la desenfrenada y falaz incitación al odio de Hamas, la Autoridad Palestina, varios países vecinos (…), el Movimiento Islámico en Israel», declaró en rueda de prensa.
Ante una situación de este tipo, «no se actúa de manera inmediata, recurriendo a una solución mágica», estimó Netanyahu.
«Pero con método y determinación, demostraremos que el terrorismo no paga», añadió.
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Siete personas resultaron heridas en Jerusalén, Tel-Aviv, Afula y cerca de una colonia de Cisjordania ocupada en cuatro ataques con arma blanca, indicaron la policía y el ejército israelíes.
Uno de los agresores fue abatido, dos fueron detenidos y otro sigue fugado.
Los actos de violencia que afectan a Jerusalén y Cisjordania ocupada, que se ampliaron el miércoles al centro de Israel, han causado la muerte de cuatro israelíes y siete palestinos, de los cuales cuatro presuntos agresores, desde el 1 de octubre.
Un soldado israelí resultó herido con arma blanca en Afula (norte), la cuarta víctima en una ola de ataques con cuchillo ocurridos este jueves, indicaron la policía y el ejército.