El hombre récord de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Robert Pérez, decidió colgar los spikes en 2015 tras 27 exitosas campañas con los pájaros rojos.
«La Pared Negra» será recordado como el referente ofensivo de la organización con la que brilló desde los sus inicios como pelotero activo.
Era apenas un muchacho de 19 años cuando debutó en la campaña 1988-1989, pero fue en la zafra siguiente cuando recibió la oportunidad de jugar con regularidad en la ronda regular.
Robert Alexander Pérez no solo es poseedor de un número importante de registros ofensivos de Cardenales y la LVBP. Además estuvo involucrado como jugador activo en los cuatro títulos alcanzados por la franquicia.
Se ganó a pulso el respeto de todos sus compañeros de equipo, pero más impresionante fue lograr conseguir el respeto de sus rivales. El hombre de los batazos oportunos, los que ganan juegos y, más importante aún, los que ganan campeonatos.
Eso y más representó Robert Pérez para Cardenales de Lara. Hablar de sus guarismos en el circuito toma tiempo. Para resumir, es líder histórico de la LVBP en turnos al bate (4.859), dobles (222) y remolcadas (738), también es segundo en hits (1.369) y cuadrangulares (125), además figura tercero en anotadas (625) y sexto en triples (35) en el registro histórico.
El nativo de Ciudad Bolívar ganó cinco Guantes de Oro (1993-94, 1994-95, 1995-96, 1996-97, 2001-02) y fue galardonado como Novato del Año en la campaña 1989-90, además de ganar el premio al Jugador Más Valioso de las campañas 1995-1996 y 2006-07.
Por todo su palmarés, el premio Jugador Más Valioso de la Serie Final de la LVBP lleva su nombre desde la campaña anterior.
Nueva faceta
Para Robert Pérez es impensable alejarse del béisbol. Su amor por los diamantes y el equipo de toda su carrera lo mantienen atado a la organización, ahora como coach de bateo junto a su excompañero de equipo Selwyn Langaigne.
Nuevamente estuvo desde el primer día en los entrenamientos de pretemporada, ahora para transmitir todo su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones.
Pérez, quien se considera un larense más, tiene la fortuna de coincidir en su primer año como instructor con su hijo, Robert Jr, quien se abre camino en el mundo de la pelota como receptor y porta sobre su espalda el mítico número 51.
«Estoy muy agradecido con la organización por brindarme la oportunidad de desarrollar mi carrera como técnico», dijo Pérez en su primera práctica. «La intención es transmitir todo el conocimiento posible a los jugadores, inculcarles responsabilidad y respeto por el equipo».
Estar junto a Langaigne, ambos como coach de bateo del equipo grande, el exslugger asegura que la intención es trabajar en conjunto para el beneficio de la organización. «Jugué junto a Selwyn mucho tiempo y tenemos una buena relación. Él tiene más experiencia que yo en esto y debo sacarle provecho a todo lo que ha aprendido en su carrera como técnico».
Inicia la era post Robert Pérez y los seguidores del equipo extrañarán las conexiones del número 51, principalmente las que definían un juego en el noveno episodio. Pero el mejor bateador de la historia de la liga seguirá atado a la organización de sus amores, ahora con un nuevo rol… Quizás en algunos años tenga la oportunidad de asumir las riendas del equipo. Al menos esa es su intención.