Recién inicia el último trimestre del año y las expectativas acerca de lo que pueda pasar económicamente en el país se incrementan. Se desconocen cifras oficiales de inflación, Producto Interno Bruto (PIB), niveles de pobreza, desempleo, escasez y otros.
Aunque no exista un panorama del todo claro, los venezolanos recienten por su bolsillo y temen que las dificultades económicas se agudicen en los próximos días.
Sobre si existe la posibilidad de que se produzca en Venezuela algún cambio o tome una medida de ajuste macroeconómico en lo que resta de 2015, fue consultado el economista y presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, quien explicó que “los procesos económicos no son tan rápidos, y la verdad es que la dinámica economía está muy marcada de complejidades. Será un trimestre difícil”.
A esto agregó que, a pesar de que los trimestres electorales se caracterizan por mejoras “aparentes o artificiales”, sustentadas en los incrementos de gastos, el populismo y la necesidad gubernamental de mostrar una prosperidad ficticia, a fin de reparar su potencia electoral, difícilmente dichos eventos podrían cambiar una macrotendencia tan negativa.
“Se pueden ver algunas atenciones en los barrios. Pero no se apreciará una solución clara al problema”.
Indicó que podría generarse alguna reversión en tendencias como la liquidez monetaria. Sin embargo, calificó de poco probable que haya una mejora en el control de la inflación, marcador que, dijo, se encuentra “desatado”.
Por su parte, el también economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Oliveros, se declaró “incrédulo” ante la posibilidad de que exista algún ajuste económico importante, desde esta fecha y hasta el 6 de diciembre. Incluso las reformas a tomar después de este día, dependerían de los resultados electorales, porque “puede que sigan corriendo la arruga”, lo que en su opinión sería bastante irresponsable.
Sostiene que se puede registrar una inflación cercana al 200%, un nivel de escasez del 50% y una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 10%. Acotó que si en 2016 se presenta un nuevo descenso de este indicador, sería la primera vez en la historia que Venezuela registra tres años consecutivos con caída el PIB.
En este sentido, Oliveros advierte que la de 2015 podría ser la caída del PIB más severa de todas, puesto que en el acumulado se estaría rebasando lo alcanzado en época del paro petrolero de 2002.
A juicio del docente de la UCV, el panorama económico venezolano “pinta bastante complicado”. Bajo su consideración, podría ser una de las navidades más difíciles de la historia venezolana.
Al respecto el economista y director de finanzas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Carlos Jaramillo, también advirtió que “todo está condicionado a la agenda electoral y eso es lo que se ha demostrado desde hace mucho tiempo”.
Al consultarle entonces si cree que exista algún ajuste en materia de importaciones, en aumento o disminución, precisó que “muchas de las cosas que puedan traer algún beneficio electoral deberían haberse gestionado con anterioridad”, puesto que los títulos de importación toman varios meses.
“Yo no espero muchas sorpresas. Sólo que la condición que se encuentra presente, continúe con los mismos colores y las mismas características hasta ahora”, manifestó Jaramillo.
Lo que quizás hagan
Sobre si existe la posibilidad de que sean tomadas algunas medidas económicas, a fin de paliar el impacto de la economía en los venezolanos, Oliveros expresó que “para este último trimestre veremos cómo el gobierno tratará de traer mercancía y alimentos, que supuestamente ya están en puerto. Pero cuando esos anuncios son llevados a términos per cápita (por cabeza), se trata sólo de dos o tres kilos de mercancía por persona”.
Agregó que los precios de los productos podrían marcar altos picos, mientras se reduce la capacidad del poder adquisitivo del venezolano.
En tal sentido León señaló que si bien el Gobierno está en plena facultad de tomar alguna medida, no cree que estas sean disposiciones de profundidad. Aseguró que se trataría sólo de medidas básicas.
Entre estas, mencionó que el Ejecutivo nacional podría reducir las importaciones globales, a fin de mejorar su disponibilidad de recursos para el pago de deudas; ejecutar estrategias de importación pública para abastecer los mercados populares; además de sostener y agudizar los controles en las compras, a objeto de evitar el “bachaqueo”.
Indicó que las anteriores son medidas económicas del gobierno que prefiere no calificar. No obstante, refiere que bajo su percepción no son las más adecuadas.
Medidas racionales
Al consultar cuáles deberían ser las medidas a tomar para un ajuste, basado en la racionalidad económica el director del IESA, acotó que es necesario “destrancar el juego”, debido a que existe un excesivo control en diversos ámbitos. Comentó que un ajuste económico comprendería entonces la sinceración de precios, puesto que dichos sistemas son “terribles”.
Apuntó que según la teoría económica este tipo de compromisos deben estar acompañados de planes de auxilio de la población más desposeída. “Perdemos competitividad respecto al resto de América, porque cualquier modelo que se implante debe responder a lo anterior”.
Luis Vicente León coincidió con Jaramillo en expresar que “ya no hay forma de atender la crisis sin una sinceración de la economía y un rescate de la confianza”, esta última malgastada a causa del tipo de cambio “absurdo”, controles y subsidios perversos.
Advirtió también que mientras el gobierno no salga al mercado internacional en búsqueda de apoyos económicos serios, de organismos internacionales que permitan sostener los mecanismos de ajustes; mientras no se cambien los subsidios en dólares por subsidios en bolívares; mientras no se evalúe ni libere el mercado cambiario, no habrá manera de atender la crisis económica venezolana.
En opinión de Oliveros, principalmente, el “gobierno debe reconocer que lo que ha hecho en materia económica ha sido bastante malo… Debe dar un vuelco de 180º en su política económica y darse cuenta que los controles no han servicio para lo que supuestamente fueron creados”.
Recordó que el control de precios fue formulado para combatir la inflación, pero muy por el contrario conduce la económica por una senda hiperinflacionaria. A esto agregó que los controles de cambio fueron creados para proteger las reservas, sin embargo se registran las reservas más bajas de los últimos 15 años, además de una grave distorsión cambiaria, con un cambio de dólar paralelo de Bs. 800.
A juicio de Oliveros el gobierno también debe reconocer que los incentivos que generó en materia agropecuaria no fueron los adecuados y, por lo contrario, desincentivaron la producción nacional, lo que a su vez ha generado una economía muchos más dependiente de las importaciones. Advirtió que, por tanto, es preciso que se genere transparencia, a fin de propiciar credibilidad en entes económicos. Es de destacar que el docente de UCV rechazó que haya iniciado el mes de octubre y aún no se conozcan cifras de inflación, PIB, balanza de pago y otros. Subrayó que el gobierno cuenta con las herramientas para ajustar la economía del país, mas no con la voluntad para ello.
Aumentarán los índices
Al consultarle a Oliveros si en los próximos tres meses pudiese aumentar el índice inflacionario, así como otros indicadores, apuntó que se rumora la posibilidad de que el gobierno apruebe en los próximos días un aumento salarial, que ronde entre el 30% y 40%. Señaló que si ello llega a ocurrir, el desencadenante inflacionario será significativo, al punto de hablar entonces de una inflación mayor al 200%.
Añadió que habría una afección en los niveles de inventario, que ya se aprecian bastante bajos. Asimismo, indicó que si el gobierno adopta una posición más radical (cerrar medios o encarcelar personas de cara a las elecciones), las expectativas económicas podrían empeorar.
Por su parte, el presidente de Datanalisis destacó que el índice de precios podría seguir en aumento, puesto que el gobierno mantiene un control sobre estos. “Al chequear los procesos inflacionarios, se consigue que es contractivo, porque los peores momento de inflación son aquellos en los que el gobierno controla”.
En tal sentido, refirió que “sin duda alguna”, los precios de los productos se dispararían para este cierre de año 2015. Señaló que no existe medio para evitarlo.
“Incluso haciendo lo correcto los precios seguirán subiendo”.
Se mantiene el mercado
En relación a si podría darse un cambio en el abordaje del mercado negro, el presidente de Datanalisis señaló que este tampoco podrá ser atendido en el último trimestre del año, puesto que si el Gobierno nacional no cuenta con divisas, por la caída significativa en los precios del petróleo y el pago de la deuda externa, no será posible tener una estabilización en el mercado cambiario.
A esto sumó que en época electoral tampoco es probable que ocurra una devaluación significativa de tipo del cambio, a propósito de generar equilibrio.
Bajo dicho escenario, el trimestre que acaba de arrancar, al igual que el año 2016, apuntan a una situación de profundización de la crisis, bajo la perspectiva de Luis Vicente León. Esto, independientemente de las acciones que el gobierno pudiese tomar en las próximas semanas.
Lo que no se cumplió
Respecto a las cifras ofrecidas por el gobierno a principios de 2015, las cuales no se cumplieron, Oliveros señaló que el gobierno no presta atención a las estimaciones, sino que “pone un número político, por no decir al país lo que realmente ocurre”.
Calificó de “absurdo” que con un precio del petróleo en descenso el gobierno hablara en aquel entonces de un crecimiento del PIB de entre el 3% y 4%, además de una inflación entre el 28% y el 30%, la cual se alcanzó en los tres primeros meses del año.
Señaló que el gobierno “ya debía conocer que la espiral inflacionaria se desbordaría”. Lamentó que en Venezuela, a diferencia de otros países, no se puedan tomar las proyecciones económicas gubernamentales como escenario base, por tratarse de cifras que no se cumplen.
“Esta es una economía que está enferma y el gobierno sólo ha empeorado la situación… El gobierno de Nicolás Maduro debe ser uno de los peores de la historia, en el manejo macroeconómico del país”.