El expresidente de Colombia Álvaro Uribe criticó lo que llamó un doble discurso de la comunidad internacional que castiga a los grupos violentos en sus países pero avala el acuerdo de paz recientemente firmado entre el gobierno de su país y las FARC en el que, según él, hay impunidad para los responsables de graves atrocidades.
Uribe citó el terrorismo de ETA en España o de Al Qaeda en Estados Unidos como ejemplo de países que han castigado y perseguido la violencia y ahora aceptan lo que sucede en Colombia. «No obstante, lo que más nos preocupa es la comunidad nacional porque somos los colombianos los que tenemos que enfrentar las consecuencias de lo que está ocurriendo» dijo Uribe, quien insistió en que «estamos acostumbrados a hacer estas luchas solos».
Las declaraciones de Uribe llegan ocho días después de que el presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC anunciaron un acuerdo de justicia sobre el polémico asunto de las condenas que deberán pagar los responsables por los crímenes, lo que supuso un gran avance después de tres años de negociación y que allana el camino para un acuerdo definitivo que tendría que firmarse dentro de seis meses, según lo acordado.
El acuerdo permite a los líderes de la FARC y a los responsables militares que confiesen sus crímenes pasar entre cinco y 8 años agrupados en un área geográfica no especificada realizando trabajos para la comunidad. Según Uribe el ejército no puede igualarse con el terrorismo. «Nuestras fuerzas armadas no están haciendo la transición de la dictadura a la democracia. Son fuerzas diferentes a lo que fue el ejército durante las dictaduras de Centro y Suramérica» explicó en entrevista con The Associated Press. Su propuesta es diferenciar entre guerrilleros rasos, quienes no deberían pasar por la cárcel, y los cabecillas de las FARC a quien condenaría a trabajar en «granjas agrícolas», una especie de zonas de concentración rural vigiladas.
Uribe criticó que, el líder máximo de las FARC, alias Timoleón Jiménez o ‘Timochenko’, se niegue a pedir perdón, tal y como dijo en una entrevista reciente, lo que supone una nueva «humillación» para las víctimas, dijo Uribe. «Por qué aquí tenemos que aceptar que no haya cárcel y que sí haya elegibilidad política para los cabecillas de las FARC, que es el cartel de cocaína más grande del mundo»?, se preguntó.
Precisamente sobre Santos, Uribe dijo que incumplió sus promesas y que revivió a las FARC como personajes de la vida nacional. «Si hubiera cumplido hoy los cabecillas estarían en Venezuela o en Cuba».
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