“La seguridad alimentaria de un hogar significa que todos sus miembros tienen acceso en todo momento a suficientes alimentos para una vida saludable. Incluye la inmediata disponibilidad de alimentos adecuados y seguros; así como la seguridad de disponer de esos alimentos de forma sostenida y de manera socialmente aceptable… FAO”
En la Universidad de Carabobo aprendí que quienes violan las leyes impuestas por la Teoría Económica jamás han logrado la impunidad. Cuando se rompe el equilibrio económico de cualquier unidad de producción: primaria, artesanal, industrial, y/o del sector consumidor, algún segmento paga la falta cometida, bien sea por ignorancia, ineficiencia, ineficacia, inoperancia, ideologización desfasada o por imposición proveniente del abuzo del poder…
Lo nefasto es que siempre pagan los más necesitados.
Generalmente, en los organismos a quienes compete la buena marcha de los sectores productivos se otorga responsabilidad a personas incapaces de generar políticas económicas idóneas para lograr la productividad necesaria.
Diferentes profesionales son asignados a cargos administrativos de alta responsabilidad, con autoridad ilimitada, sin tener noción sobre que es un Cargo o un Abono; un Debe o un Haber; y en ocasiones son escogidos por la aprobación, aceptación y/o adhesión a ideologías desfasadas y fracasadas en los países donde se han pretendido imponer. Posiblemente aceptan esos cargos por las ansias de poder y/o afán de lucro fácil y de asalto al erario público, bajo aquel precepto que expresa: “Pónganme donde aiga”.
Muy pocos aceptan esas responsabilidades sin tener la intención de causar daños pero, por su inexperiencia e incapacidad ocasionan perjuicios que, en su mayoría son irreparables.
La realidad evidencia que el sector productivo ha sido perseguido y exterminado de manera despiadada. El país se ha convertido en una caja negra sin estadísticas creíbles.
Debe haber una simbiosis entre lo público y lo privado porque ambos se complementan. La función del Estado todo manual de economía la circunscribe a ser un ente regulador del equilibrio entre los factores de la producción: Tierra, trabajo y capital; complementados por el intelecto y la tecnología.
Los más sensatos ductores de las políticas económicas deben tener presente que es imperioso el equilibrio armónico entre estos sectores, para el desarrollo idóneo del sector productivo.
Venezuela cuenta con el talento probo, suficiente y honesto, para emprender su recuperación y proyectarnos para alcanzar el espacio que la providencia nos otorgó cuando dotó al país con recursos naturales incuantificables.
Los venezolanos hemos demostrado que somos pacíficos y trabajadores, altruistamente desprendidos de sentimientos egoístas, lo demostramos al acoger a los ciudadanos del mundo cuando huían de situaciones similares a la que padecemos ahora y que hace emigrar a nuestros talentos; a nuestros seres queridos en pos de seguridad y mejores oportunidades
Mientras más tardemos en aceptar los errores cometidos más costará la recuperación de la república. Es nuestro deber ejercer nuestro derecho a la Contraloría Social, bien interpretada, y a trabajar por la pronta rectificación del rumbo del país; sin manipulaciones ni mentiras, por encima del abuso de poder.
Debemos explicar nuestra verdad de una manera clara para que los menos capaces la puedan entender y los ciudadanos utilicen la mejor herramienta de la democracia: ¡El voto!