Michel Platini, interrogado la pasada semana por recibir 2 millones de francos suizos del presidente de la FIFA Joseph Blatter, está en una situación incómoda: fue interpelado como algo más que un simple testigo para la justicia suiza y los motivos del pago siguen generando preguntas.
Entre testigo y acusado
Al contrario que en las interpretaciones tras su interrogatorio del viernes, el estatuto bajo el cual Platini fue escuchado por la justicia suiza es algo más que el de un simple testigo.
«No hemos escuchado a Platini como testigo. No es verdad. Investigamos sobre él con un estatuto que se encuentra entre testigo y acusado», declaró el martes Michael Lauber, durante una conferencia ofrecida en la universidad de Zúrich.
Ese estatuto intermedio es el de «una persona llamada para dar informaciones» o PADR en la terminología jurídica helvética. Un rango por debajo de «acusado», bajo el que fue interrogado ‘Sepp’ Blatter, presidente dimisionario de la FIFA.
«Simplemente testifiqué para dar información y cooperé plenamente con la justicia suiza», declaró Platini en una entrevista exclusiva a la AFP, asegurando que su «integridad está fuera de toda duda».
El fiscal del caso se manifestó sobre el revuelo organizado sobre este asunto.
«Comprendo la presión (mediática), pero no es un partido de 90 minutos, ni siquiera hemos llegado al descanso y me tomaré mi tiempo», subrayó.
Apuntó además que no puede decir si está satisfecho de las informaciones obtenidas en el interrogatorio porque «pondría en peligro la investigación».
Finanzas de FIFA: cuestión clave
El hecho de que la FIFA haya pagado 2 millones de francos suizos (1,8 millones de euros) en 2011 por trabajos realizados por Platini entre 1998 y 2002 ha suscitado interrogantes desde el mismo momento que la justicia suiza hizo público el dato.
«En ese periodo, la FIFA dijo que no podía pagarme el salario total que habíamos acordado», contó Platini a la AFP, precisando que fue el propio Blatter el que le había hablado de dificultades relacionadas con la «situación financiera» de la FIFA.
¿Cómo estaban las finanzas de la FIFA en aquel momento, en 2002? La lectura del informe financiero publicado en abril de 2003 en la web de la FIFA permite una doble consideración.
Se puede ver en ese documento que la instancia suprema del fútbol mundial «cerró su ciclo cuatrianual 1999/2002 con un excedente de 115 millones de francos suizos (105 millones de euros)», pero también en ese informe la FIFA habla de «una pérdida total de 134 millones (de francos suizos, unos 122 millones de euros) prevista para mayo de 2002», fecha en la que Platini dejó de ser un simple asesor y pasó a integrar el Comité Ejecutivo de la FIFA. La razón de ese agujero financiero, la bancarrota en 2001 de la empresa ISL (entidad de marketing ligada a la FIFA).
Los 249 millones recuperados entre mayo de 2002 y el final de año responden a los ingresos procedentes del Mundial-2002 en Corea del Sur y Japón.
«Aunque la FIFA funcione en ciclos de cuatro años, con la mayor parte de los beneficios el cuarto año, con la Copa del Mundo, en este caso la situación financiera era lo suficientemente buena como para hacer frente a un pago así», explicó un buen conocedor del caso, preguntado por la AFP, que subraya que «la FIFA no tenía ningún problema financiero».
Al ser preguntada por la AFP sobre la explicación de Platini y la atribuida a Blatter, la FIFA respondió que «la cuestión forma parte de las investigaciones en curso de las autoridades suizas y la FIFA no puede hacer comentarios».