El problema con el atún enlatado en Venezuela no es reciente y ya había sido denunciado por representantes del sector. La escasez de materia prima, no sólo la apreciaban los trabajadores de la planta Polar con una caída del 73,4% de la producción, sino también los consumidores, a quienes cada vez se les hace más difícil adquirir una lata de este producto.
Gerentes de cadenas de supermercados y encargados de pequeños abastos coinciden en afirmar que desde hace varios meses registran problemas en las recepción de latas de atún, pepitonas y sardina. Destacan que en ocasiones sólo les despachan productos importados
Lo cierto es que en la actualidad, quien encuentra una lata pequeña de atún, de 140 gramos, debe pagarla en Bs. 370, lo cual a muchos consumidores les parece costoso. Algunos atribuyen este precio a la inflación y otros a la baja producción.
Sin embargo, el pasado lunes se concretó el cierre de la planta enlatadora de atún más grande de Venezuela en Marigüitar, de Empresas Polar. Con esto hecho quedan en riesgo 1.300 puestos de trabajo, directos e indirectos.
En opinión de Roger Palacios, miembro del sindicato de Polar en el estado Sucre y coordinador de la Unión de Trabajadores (Unete), se trata de “la continuación de la crisis que afectará a todas las empresas enlatadoras de atún”, puesto que la escasez de materia primas y latas es un problema de la industria.
Señaló que si bien se paralizan por la falta de materia prima, la raíz del problema es “el negocio millonario de las importaciones, que se teje alrededor de empresas de maletín, auspiciado y favorecido desde las altas instancias del gobierno, que minan el mercado de atún importado”.
Lamentó que mientras se paralizan las empresas productoras del país, el Gobierno continúa aprobando divisas para la importación de alimentos.
Asimismo recordó que desde agosto de 2014 han alertado sobre la crisis de la materia prima, misma que “no puede ser desmentida por el gobierno venezolano que importa miles de toneladas de atún ecuatoriano”.
Al consultarle si es cierto que parte importante del atún pescado en Venezuela es exportado a Ecuador y luego importado en latas al país, señaló que es “una posibilidad factible” que también ha sido denunciada y, sin embargo, el Gobierno no ha hecho nada al respecto.
Palacios señaló que la situación es generalizada y es bastante probable que próximamente se paralicen las plantas de Carúpano y Cumaná. “Ya no es un llamado de alerta, sino de desesperación”, señaló.
Es de recordar que la Empresa Socialista La Gaviota tiene 13 meses paralizada, por la obsolescencia de los equipos. “Pero así tuviéramos equipos nuevos, no habría materia prima”, comentó Jorge Bastardo, del sindicato de dicha fábrica, quien refirió que con esta realidad se ven afectados 276 empleados, quienes se encuentran cumpliendo horario y recibiendo un sueldo sin ajustes ni mejoras.
Bastardo señaló que como trabajadores se unen al llamado de Palacios y de Unete, puesto que “resulta contradictorio que una empresa del Gobierno no registre producción alguna”.
Sostiene que se trata de un “boicot”, contra las empresas productoras de alimento, por el “negocio con excesivos ingresos” de la importación.
Sí habría materia
Respecto a los rumores que señalan que la planta de Marigüitar, de Empresas Polar, aún cuenta con materia prima para enlatar, Palacios señaló que existen controles diarios internos, de los ingresos de atún (por puerto pesquero o gandolas) y que la empresa no ha recibido materia fresca.
Considera conveniente que contralorías de este tipo también se realicen en los puertos pesqueros, para que el producto no salga del país.
Asimismo destacó, que según información extraoficial por Puerto Cabello estarían llegando 5.000 toneladas de lomo congelado, cuyo fin desconocen.
La propuesta
El llamado del gremio atunero es dirigido principalmente a los trabajadores del sector productivo del país, a fin de aunar esfuerzos para impulsar el aparato productivo y la defensa de esta idea ante el gobierno.
Palacios indicó como conveniente reactivar la producción con la importación de materia prima, para responder a la demanda en lo inmediato y poner a producir las empresas nacionales, a fin de lograr a mediano plazo sustituir esta con producto nacional.