El periodista argentino Andres Oppenheimer lleva años preguntándose por qué no ha surgido un Bill Gates en Paraguay, o en México, o en Brasil. Cuenta con entusiasmo que ha dado con muchas de las claves que explican las razones del retraso en innovación que sufre América Latina sobre todo, pero también España. Reflexiona sobre ello en su último libro,¡Crear o morir! Como reinventarnos y progresar en la era de la innovación (Debate). Lleva buena parte de sus 63 años viviendo en Estados Unidos, donde trabaja para The Miami Herald y CNN en español.
Por ese motivo, me permito presentarles una entrevista llevada a cabo por Cristina Galindo y publicada en el Diario El País, de España, esta semana y la próxima.
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> PREGUNTA. Ha indagado en las causas que hacen progresar a unos países si y a otros no, y por qué unos innovan y otros no. ¿Qué ha encontrado?
> RESPUESTA. Los países que progresan son los países paranoicos, los que siempre piensan que se están quedando atrás. Un poco de esa paranoia constructiva, como yo la llamo, es lo que nos falta a nosotros, los países latinoamericanos. Nuestros presidentes nos engañan al decir que los científicos de América Latina triunfan en la NASA y que nuestras universidades son las mejores. Todo lo contrario. En los rankings de las mejores universidades del mundo no hay ni una universidad latinoamericana entre las primeras 100, cuando Brasil es la séptima economía y México es la duodécima o decimotercera. Eso es un escándalo que tendría que estar en las primeras páginas de los periódicos. En patentes, todos los países de América Latina juntos no registramos ni el 10% de las patentes internacionales que registra Corea del Sur. Estamos mal. Tenemos un enorme potencial, pero nuestros dirigentes deberían dejar de disfrazar la realidad.
> PREGUNTA. En su libro lamenta que las potencias emergentes asiáticas hayan crecido mucho mas que América Latina en los últimos 50 años. ¿A qué se debe?
> RESPUESTA. Nos han pasado como aviones. Los países asiáticos de todos los colores políticos han estado guiados por el pragmatismo y obsesionados con el futuro. Mientras tanto, nuestros países han estado guiados por la ideología y obsesionados con el pasado. Es una gran diferencia que se refleja en la falta de una cultura de la innovación y de la educación de calidad. En ese sentido tenemos una gran asignatura pendiente. No es casual que países asiáticos que venían de una situación de pobreza igual o mayor que América Latina tengan hoy unos ingresos por habitante que, en algunos casos, son tres veces mayores que los de las países latinoamericanos.
> PREGUNTA. ¿Por qué hay ese retraso en innovacion América Latina, una región llena de filósofos, sociólogos, artistas, escritores…?
> RESPUESTA. Tanto en América Latina como en España tenemos grandes cantidades de gente creativa. Pero, por sí sola, la creatividad no te conduce al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza, porque solo es una de las patas de la mesa. Para convertirnos en una sociedad innovadora, y no solo ser una sociedad de gente culta y creativa que acaba conduciendo taxis, necesitamos las otras tres patas de la mesa: una cultura de veneración de los innovadores, una cultura de tolerancia social por el fracaso individual y una cultura de obsesión por la educación de calidad. Nosotros y España, tenemos solo la creatividad.
> Definitivamente, el que no innova se quedara atrás.
> Continuaremos con la entrevista la próxima semana.