Ejercer la actividad agropecuaria es un ejercicio temerario

-

- Publicidad -

Uno de los principales problemas que enfrentan los venezolanos en la actualidad, son los altos índices de inseguridad personal y dicho flagelo ha llegado a los campos productivos del centro y occidente del país.

Secuestros, robos, extorsión, pago de vacunas y el incremento de mega bandas delictivas en los campos agrícolas, forman parte del día a día de los agricultores y dueños de fincas que han venido alertando a las autoridades sobre esta delicada situación.

- Publicidad -

Representantes de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), exhortaron al Gobierno nacional para que de una vez por todas aplique políticas efectivas que controlen la crisis de inseguridad que existe en las zonas rurales de Guárico, Cojedes, Portuguesa, Barinas, Yaracuy, Lara y Zulia.

En este sentido, productores de distintos rubros agrícolas quienes solicitaron resguardar su identidad para evitar represalias por parte de los bandidos, indicaron que sumado a todas las dificultades económicas que existen en los campos, ahora tienen que lidiar con una de las principales plagas como los es «la delincuencia».

«El hombre de campo ha podido manejar casi todos los factores que rodean la actividad agrícola, pero esta escapa totalmente de la capacidad de nuestros recursos.

Ejercer la actividad agropecuaria en Venezuela, en estos momentos, es un ejercicio temerario, una suerte de tránsito por un campo minado, a sabiendas de no poder atravesarlo sin que una mina lo vuele por los aires», precisan.

Pago de vacunas

Revelaron que están siendo víctimas de la extorsión, ya que deben pagar una «vacuna» mensualmente para evitar que los delincuentes entren a las fincas y hagan daño a los trabajadores y a las cosechas.

«Hemos podido verificar que las vacunas van desde 50 mil hasta los 300 mil bolívares mensuales. Si no pagas, entonces te incendian la finca o agreden a tus trabajadores.

Esta situación la hemos venido denunciando con las autoridades y hasta la fecha no hemos tenido respuesta porque las bandas delincuenciales siguen transitando por las zonas con total impunidad», puntualizó un productor de maíz.

Informaron que otro medio de extorsión es el robo de vehículos y de tractores, ya que los sacan de las fincas y posteriormente llaman para pedir algún tipo de rescate.

«A los dueños de las fincas les roban las camionetas, tenemos casos también donde se roban los tractores y posteriormente llaman a los dueños para pedir entre 200 y 500 mil bolívares para recuperarlos», indicó un productor de caña de azúcar de la zona centro-occidental del país.

Los agricultores también hablaron sobre su preocupación por la detección de nuevas modalidades de extorsión, sobre todo en el estado Guárico, donde ya los delincuentes están solicitando un porcentaje de cada kilo producido.

«Estos malhechores se han venido asesorando con respecto a cómo funcionan las fincas y las cosechas. En estos últimos días productores han denunciado que los jefes de las bandas ya piden un porcentaje de cada kilo de producto cosechado, de no hacer el pago entonces se deben asumir las consecuencias».

Afirman los agricultores, quienes insistieron en no revelar su identidad, que la inacción pública en materia de seguridad y resguardo de la vida y los bienes de los productores venezolanos, los mantiene en un estado de indefensión «que nos tiene aterrados».

«Esta delincuencia ha desbordado la capacidad de control y ejerce un predominio insolente a nivel Nacional, nada los detiene…y quienes, lo que sabemos es trabajar para llevar el alimento a su mesa, poco o nada podemos hacer más que resistir y rezar».

Robo de maquinaria y transformadores

En los últimos meses, informaciones de los productores, dan cuenta de más de 100 transformadores eléctricos robados, solo en Portuguesa, e innumerables equipos auxiliares, cables eléctricos y tableros.

Igual cantidad estiman en Guárico. En algunos casos afectando, dos y tres veces, al mismo productor, entre todos los estados, pudiesen estar inoperativos cerca de 500 a 1.000 pozos destinados al riego de las siembras de arroz y caña de azúcar.

«Un transformador costaba el año pasado 30 mil bolívares, hoy en día cuesta alrededor de 500 mil bolívares y los delincuentes ya saben y conocen de esta información.

Un banco de transformadores, que consta de 3 transformadores de 25KV cuesta aproximadamente 2 millones de bolívares, si lo consigues, entonces los ladrones se los roban y los venden más adelante».

Los representantes del gremio agrícola advierten que el desmantelamiento de un pozo de riego agrícola, en términos productivos, se traduce en el caso del arroz, en que se reduzca la oferta de producción de un área equivalente de entre 40 a 60 hectáreas, esto es: 200.000 kilos a 300.000 kilos menos de arroz Paddy, y una disponibilidad menor para los consumidores de arroz blanco, de cerca de 120.000 kilos a 180.000 kilos.

Indicaron que el robo de cauchos de tractores, repuestos de maquinaria agrícola, insumos para la siembra, ya se ha convertido en algo normal dentro de las fincas.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -