El papa Francisco se reunió el domingo con víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes y prometió hacer rendir cuentas a los responsables. El pontífice se encontró con ellos en su último día de visita en Estados Unidos y envió un poderoso mensaje de advertencia a los obispos acusados de encubrir a pedófilos en lugar de reportarlos a la policía.
El papa hizo el gesto de reconciliación al inicio de un encuentro con obispos en Filadelfia y antes de dar una enorme misa.
Francisco dijo que las víctimas son «verdaderos heraldos de la piedad», quienes merecen la gratitud de la iglesia y manifestó que el abuso sexual ya no puede mantenerse en secreto. También prometió proteger «celosamente» a los jóvenes y que «los responsables sean llevados a cuentas».
Francisco decidió crear un tribunal vaticano para procesar a los clérigos que encubrieron a sacerdotes pedófilos.
A comienzos de semana, grupos de víctimas se quejaron de que Francisco ignoró sus plegarias cuando felicitó a los obispos por su «valiente» y generosa respuesta al escándalo.
Más tarde este domingo, el papa visitará la prisión más grande de Filadelfia y luego dará una misa a la que se espera la llegada de hasta un millón de fieles.
Se espera que el «papa del pueblo», de 78 años y que parece alimentarse de la energía de las masas que lo acompañan, enfrente el domingo la más larga de las seis jornadas que ha pasado en Estados Unidos, que cerrará con una misa al aire libre en el Benjamin Franklin Parkway antes de volar de regreso a Roma.
El servicio religioso será además el acto más importante del Encuentro Mundial de Familias, un evento patrocinado por el Vaticano y que es el motivo por el cual el popular pontífice viajó a Filadelfia.
Católicos de todo el país están llegando a Filadelfia, a pie, cruzando puentes y llenando vagones del metro, cargados con bolsas y sillas plegables camino a la avenida donde el papa dará la misa.
Francisco comenzó el día con un encuentro con obispos de todo el mundo antes de acudir a la prisión Curran-Fromhold, donde visitará a 100 reos: una selección de presuntos asesinos, violadores y pandilleros. Se espera que les ofrezca palabras de esperanza, perdón y redención.
«Su misión son los marginados, los olvidados», dijo la portavoz de la cárcel, Shawn Hawes. «Según lo que sabemos, quiere que aquellos que están bajo custodia sepan que no son olvidados y que pueden redimirse».
Evangelizar en las prisiones ha sido una de las marcas del pontificado de Francisco. Suele reunirse a menudo con presos y ha lavado los pies a reos en las celebraciones de Semana Santa. Además se opone a la pena de muerte en cualquier circunstancia y ha pedido la abolición de la cadena perpetua y la prisión incomunicada.