En la última película de la especialista en comedias románticas Nancy Meyers, «The Intern», Robert De Niro es un jubilado que vuelve a trabajar y se pone a las órdenes de una jefa mucho más joven que él, Anne Hathaway.
Aburrido tras su jubilación, Ben Whittaker, un hombre de 70 años interpretado por De Niro, decide reiniciar su vida y conoce a Jules Ostin (Anne Hathaway), fundadora de una página de moda que está en pleno ascenso.
«The Intern», traducida como «El becario» o «El pasante de moda», se estrena a partir de esta semana y a lo largo de octubre en Estados Unidos, España y Latinoamérica.
«Ben dice que quiere ser necesitado», comenta De Niro, «quiere ser parte de algo, y no simplemente un jubilado que pasea por el vecindario, lee el periódico y va al café».
De Niro, así como su personaje, tampoco quiere retirarse. A sus 72 años, presentará de aquí a fines de 2016 siete películas en las que actúa, sin contar las que está produciendo, entre ellas su nuevo proyecto junto a Martin Scorsese, «The Irishman».
El mítico actor de «Taxi Driver» (1976), «Raging Bull» (1980), «Goodfellas» (1990) y «Casino» (1995), ganador además de dos premios Óscar, también fundó el festival de cine de Tribeca y ha invertido en exitosos restaurantes y el negocio inmobiliario.
«Estoy feliz de tener la edad que tengo; envejecer es parte de la vida, hay que aceptar eso. Es lo que uno es y si no lo aceptamos y lo aprovechamos… No entiendo a la gente que no ve las cosas de esa manera», dijo en una reunión con periodistas.
Su personaje en «The Intern» es particularmente afable, si bien al principio Jules no quiere saber nada de este septuageniario que ni siquiera tiene una cuenta en Facebook.
«Inicialmente, ella cree que él no vale nada y quiere transferirlo», explica la cineasta Nancy Meyers, autora de comedias románticas como «Holiday» (2006) y «Something’s Gotta Give» (2003).