Francisco llegó a la Basílica de Santos Pedro y Pablo el sábado por la mañana en su Fiat negro. Lo recibieron el gobernador de Pennsylvania, Tom Corbett, y su esposa.
Antes de entrar, Francisco se volvió dos veces a saludar a cientos de personas que lo aplaudían.
El Santo Padre partió del aeropuerto de Filadelfia cerca de las diez de la mañana, hora local, hacia la catedral católica para celebrar una misa a la que asisten unas 1.200 personas.
En la recepción se encontraban un exagente de policía herido en cumplimiento del deber y su familia Las hijas de Richard Bowes le entregaron un ramo de flores y Francisco las abrazó, lo mismo que a su hijo.
Francisco bajó de su Fiat en la pista para bendecir a un hombre en silla de ruedas, a quien besó en la frente.
La banda de música de una escuela secundaria local tocó varios temas, incluido el de la película «Rocky», ambientada en Filadelfia.
El papa Francisco llegó a Filadelfia, la última escala de su gira por tres ciudades de Estados Unidos.
Su avión chárter de American Airlines aterrizó el sábado, y lo recibieron dignatarios locales y la banda de música de una escuela secundaria.
Tras la misa se dirigirá a Independence Hall para hablar sobre libertad religiosa e inmigración y asistirá a la última noche del Encuentro Mundial de Familias.
También visitará una prisión antes de celebrar, el domingo, una misa en el bulevar Benjamin Franklin.