En un emotivo encuentro con encuentro con niños e inmigrantes latinoamericanos en una visita a la escuela católica «Nuestra Señora de Los Ángeles » de East Harlem, el Papa Francisco instó a los presentes a seguir sus sueños y no perder la esperanza para luchar por ellos.
El sumo pontífice argentino fue recibido por una multitud en la puerta de la escuela de este tradicional barrio desfavorecido de mayoría latina, y se tomó su tiempo para saludar y dejar que le tomen fotos.
Acompañado por el arzobispo de Nueva York Timothy Dolan, ingresó a un aula de la escuela donde lo esperaban responsables de varias escuelas y estudiantes, que comenzaron a cantar al verlo llegar.
Durante su breve discurso el Santo Padre les dijo a los niños : “La escuela se vuelve una gran familia, necesitamos dar lo mejor de nosotros, aprender a trabajar en equipo y perseverar con nuestras metas”.
Citando a el pastor Matin Luther King, el Papa se refirió a la frase “Yo tengo un sueño”. “Es hermoso tener sueños y poder luchar por ellos, hoy queremos seguir soñando y celebramos las oportunidades, es hermoso no perder la esperanza, muchas personas sueñan con esto, todos soñamos…sigan así ayuden a contagiar la alegría a todos los que tienen cerca…no dejen de soñar, me alegra que puedan encontrar en sus amigos y maestros ese apoyo necesario para lograrlos”. Aseguró que donde hay sueños y alegrías está Jesús.
Además les dejó una tarea a los estudiantes: “no se olviden de rezar por mí para que pueda compartir con muchos la alegría de Jesús…que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide”.
Entre los niños de las escuelas de la Arquidiócesis de Nueva York que se reunieron con el Papa estaban Benjamín Grassia, de 9 años y padres argentinos, y Emely Rodriguez, de 8 y madre ecuatoriana y padre dominicano.
A continuación el papa estuvo con menores inmigrantes no acompañados que reciben apoyo de Caridades Católicas, y que demostraron sus habilidades con un balón de fútbol, ante su atenta mirada.
Varios inmigrantes latinoamericanos se acercaron luego a Francisco y le entregaron obsequios, entre ellos un casco de obrero de la construcción.